
Por Luciano Debanne.
¿De qué color será el silencio?
¿Tendrá el color de la calma o el de la parálisis, el del inicio o el del final?
¿Será la oscuridad de la tierra abrazando la semilla?
¿Será la profundidad del mar arremolinando los peces muertos?¿Será la altura, desplegadas las alas donde no llega nada más?
¿Será una tumba, el silencio, o un presagio?
¿Será advertencia o descanso, letargo o atención?
¿De qué color será el silencio?
¿Será abanico, arco iris, prisma?
¿Será círculo eterno, infinito, imposible, tan lleno el mundo de colores?
¿Atardecerá sobre el mundo, empollará bajo el frío del invierno, correrá como un río que nadie visita, llenas de hojas sus orillas, de piedras su lecho, de tiempo su andar?
¿Será el llanto de un niño que ya no llora, una risa que apenas es un eco en las esquinas de la casa, la foto de alguien que ya no está?
¿Será un fantasma, una presencia aunque ausente, un recuerdo?
¿De qué color será el silencio?
No ha de ser transparente, no creo, no.
Debe tener un color el silencio, un aroma, un sabor.