Astilla

Cada mañana

21-04-2023 / Astilla, Lecturas
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Puedo imaginarme hasta el rosado del cielo a pesar de no conocer esas calles.


Cada mañana

Por Garba.

Conozco a un pintor maravilloso que sale a correr.

Muchas veces relata los caminos que toma por su ciudad cada mañana justo antes de que salga el sol.

Puedo imaginarme hasta el rosado del cielo a pesar de no conocer esas calles.

No es el viaje cotidiano lo que me da curiosidad, es la mirada de quien pinta y ha logrado siempre conmoverme, poniendo el foco en su vida cotidiana, creando una rutina que lo mantiene agarrado a este mundo, que lo separa un poco de la tristeza.

Leo, rutina es aquello que se logra a fuerza de costumbre.

Porque para quienes habitamos los rincones de las artes, nos es fácil perdernos en los muchísimos laberintos que dispersan, agobian, también encienden y nos vuelven grandes espectadores de lo que se siente.

Hay una cierta dulzura, una especie de manifiesto de niñez que juega en el hecho de crearnos rutinas.

Mi gata rasca el vidrio del cuarto, le abro, me saluda, pasa a la cocina, despertamos a la perrada que sale por la puerta trasera, veo aún los cosmos naranjas ganándole al otoño, respiro hondo para meterme el monte adentro, pongo a calentar la pava, mezclo burro, cedrón, mascabo, menta y yerba.

Varios libros, varias acuarelas, varias hojas, el remojo inevitable del propio devenir.