Con permiso

Un árbol

15-12-2019 / Con Permiso, Lecturas
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Capaz de albergar a los cansados de trabajar al sol, de dar cobijo a los pájaros y a los amantes y a quienes necesitan apoyarse un rato. Y que sus raíces crezcan y viajen hasta tocarse con otros árboles.


Un árbol

Por Luciano Debanne.

Si te gusta la sombra, plantá un árbol.

De mínima eso, o cuidá uno que ya exista, o algo que aún no es un árbol pero pinta para serlo.

Plantá un árbol si te gusta la sombra.

Un árbol que algún día dé sombra, no un arbolito así chiquito de vereda de shopping center, para adornar nomás, para decir «mirá qué cool el árbol que planté». No. Al menos no sólo eso.

Plantá un árbol.

Un árbol capaz de albergar bajo sí a los cansados de trabajar al sol, de dar cobijo a los pájaros y a los amantes y a quienes necesitan apoyarse un rato. Un árbol del que puedan colgarse hamacas y sus raíces crezcan y viajen, subterránemente, hasta tocarse con otros árboles, hasta anudarse con otras raíces subterráneas más viejas y más nuevas, y unirse para hacer un entramado capaz de soportar los aludes y las tormentas, capaz de aguantar la tierra cuando todo parece desmoronarse.

Si te gusta la sombra, plantá un árbol.

Hay muchos árboles, muchas opciones. Elegí vos.

Pero no seas de esas personas que usan siempre el reparo de un árbol que otros cuidaron y nada más.

No seas de esas personas que se entristecen sinceramente cuando cae un árbol frente al avance de las baldosas hechas en serie, de las políticas públicas para agilizar los corredores por donde circula el progreso primer mundo, de la indolencia de los que nada dan; una de esas personas entristecidas por las cosas feas pero que nada hacen para sumar reparo en medio del calor abrazador del desierto que avanza.

Si te gusta la sombra, plantá un árbol.

Sé parte de la sombra que vas a disfrutar.