Con permiso

Piezas perdidas

14-02-2021 / Con Permiso, Lecturas
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Si es todo muy obvio, como que aburre. Y nada peor que aburrir cuando se busca agradar. Para que sea linda, la cosa tiene que estar un poco chueca, un poco rota, un poco mal.


Piezas perdidas

Por Luciano Debanne.

El tema con las buenas fotos de lindos paisajes es que todo es tan quietito y tan igual, que al final te aburre. «Estábamos en una plaza de Berlín y todo estaba demasiado prolijo, demasiado bien», nos dijo el Javi, «yo no quiero vivir ahí.» Y yo lo entendí, pero el tema no es la perfección, me parece, sino la certidumbre.

Lo que aburre es lo predecible: esto va acá, ahora pasa esto, esto no va a suceder. Lo lindo es la posibilidad de lo incierto. «Pero en su justa medida», me dice uno de los miles de despedidos de un día para el otro, sin causa ni sentido, por el macrismo.

Claro, más bien. Nos entendemos. Me acuerdo de esa parte de la pelí en que dicen que habían probado antes con simular un mundo sin conflictos ni problemas pero que no funcionaba, que los humanos necesitaban el quilombo. Está llena de cosas esa peli, aunque es malasa la escena final en que Neo sale volando como Superman. Qué necesidad…

Me pasa que si la huerta está muy sin bichitos, ni una sola mugre, ni un solo yuyito, yo le desconfío. Porque ahí metieron veneno.

Es como el tomate que venden en el Walmart, que vayas cuando vayas, está siempre igual; algunos más verdes, y otros bien rojos, pero no tienen gusto a nada.

Una cosa es la sabrosura, y otra el color.

La cosa es que para que sea linda tiene que estar un poco chueca, un poco rota, un poco mal. Así sabes cuándo está cantando o cuando hace playback.

Yo siempre pienso en eso: tiene que costar un poco entenderlo, porque si es todo muy obvio, como que aburre. Y nada peor que aburrir cuando se busca agradar.

Anotá: hacer todo como debe ser, pero dejar pequeñas piezas perdidas, que cada quien explore adentro de sí mismo para poderlas completar.