Con permiso

Hacer llover

19-01-2020 / Con Permiso, Lecturas
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Hay una diferencia entre alegrarse por lo sucedido y hacer que suceda, entre reconocer los signos de la lluvia y generarla. Aunque al final del día el olor a tierra mojada y el alivio sea el mismo.


Hacer llover

Por Luciano Debanne.

Hay una diferencia entre esperar que llueva y hacer llover, entre alegrarse por lo sucedido y hacer que suceda, entre reconocer los signos de la lluvia y generarla.

Aunque al final del día el olor a tierra mojada, el alivio y, eventualmente, el resultado sea el mismo.

Dicen que cuando la víbora anda sin dejar rastro, al final llueve.

Dicen que cuando acechan los cuervos, tarde o temprano llueve.

Dicen que cuando uno ve muchos alguaciles juntos, llueve.

Para que llueva algunos dicen que hay que tirar los sapos al pozo y otros que hay que pedirle a Pukllay, que es dios de lluvia, pero fundamentalmente dios menesteroso de alegría, goce y placeres.

Vaya uno a saber.

Lo que si es evidente es que no es lo mismo hacer llover, que esperar que llueva.