Por Luciano Debanne.
La que putea porque le tocó el acto largo.
La que se está por jubilar.
La que recién empieza y se indigna por la desidia de las compañeras.
La que aprendió a usar el zoom, el meet, y estalló su whatsapp
La que todos extrañan.
La que logró que la directora les acomode el horario para no tener horas sándwich.
La que organiza el amigo invisible y la cena del día del maestro.
La que almuerza con los chicos.
La que se encariñó con las de un curso.
La que junta la plata y compra el café y la yerba.
La dire y la vice.
La que tiene apodos que le pusieron sus estudiantes.
La que nunca lava la taza antes de ir al aula.
La que le vino un descuento de más por los paros.
La que hace cursos solo por los puntos.
La que corrige en la sala de profesores mientras almuerza.
La que sale a la puerta a fumar durante el recreo.
La que no deja usar el celular.
La que espera que el feriado caiga viernes así usa una falta personal y se va a las sierras cuatro días.
La que habló de Carlos Fuentealba.
La que siempre va de acompañante en las salidas.
La que quiere cambiar de laburo porque no da más.
La que coquetea con el profe nuevo.
La que no sabe conectar el tele de la sala de vídeo.
La de tareas pasivas.
La que ama dar clase.
La que está con psiquiátrica.
La que va a las marchas.
La que pidió el pase.
La que tiene mucha guita y va para no aburrirse.
La que siempre habla en las reuniones de profesores y en los talleres.
La que ayuda con el centro de estudiantes.
La que es remil facha.
La que siempre tiene proyectos.
La que llora en el baño durante los recreos.
La delegada y la que está enojada con el gremio.
La que ya no se banca a los estudiantes.
La kirchnerista.
La que se dio una vuelta por las casas de los chicos.
La que sigue preparando todas las clases.
La que odia a la otra profe que le tocó en la cátedra compartida.
La que se viene muy escotada.
La que se le nota que es docente de a acá a la china.
Las que bancan los trapos en escuelas estalladas.
Las que dejan el cuerpo y la juventud y la garganta y la cordura en un aula.
Las maestras y profesoras de carne y hueso.
Ni vocación, ni apostolado: laburantes. Humanas.
Todas ellas.
Feliz día y gracias, muchas gracias.
PD: Y a los varones también, claro…
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