Por Luciano Debanne.
Qué linda la gente que regala cedrón.
Qué lindo el cedrón.
Y qué lindo que es cuando te regalan cedrón.
O te dicen: venite a cenar.
O te dan un frasquito con dulce, o pesto.
O un escabeche en un frasco de mermelada.
Y te dicen traje menta de la huerta,
hice un pan para dejarles,
te traje este fernet artesanal de las sierras,
compré este paté para que probemos.
Y entonces vos juntás en una repisa los frasquitos de regalos,
o desayunas el olor del pan casero,
y abrís la heladera y el pesto brilla su brillo verde de aceite y hoja,
como un sol peleando contra el frío del sachet de leche y la botella de agua.
Y medio que uno siente que la amistad, y el cariño,
y el amor deben tener clorofila, toda perfumada,
circulándoles adentro de un lado para el otro.
O que puede guardarse, en alguna parte lejos de la luz,
en una bolsita de papel madera,
para tomársela caliente cuando el cuerpo pide algo que de calor.
Qué lindo que es cuando te regalan cedrón.
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