REALIDAD SOCIO-POLÍTICA

La UNC y la UCC hicieron “Doctor” a Ernesto Laclau

25-10-2012 / Política y Sociedad
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Las dos universidades más importantes de la ciudad de Córdoba le entregaron el título de Doctor Honoris Causa al conocido filósofo y politólogo.


La UNC y la UCC hicieron “Doctor” a Ernesto Laclau

Por | marias@redaccion351.com

Fotos: Manuel Arias

Nadie puede negar que es uno de los referentes en estudios políticos de las últimas décadas. Su trascendencia no tiene lugar sólo en Argentina, sino a nivel mundial. Su prestigio se conformó a través de la revisión de las corrientes marxistas, de un análisis crítico y reflexivo del populismo, y de los devenires de América Latina en el pasado reciente.

A modo de escueto resumen, esas fueron las razones por las cuales tanto la Universidad Nacional como la Universidad Católica decidieron hacer un reconocimiento en conjunto, el mismo día y en el mismo lugar. Ambas casas de altos estudios distinguieron con el título de “Doctor Honoris Causa” a Ernesto Laclau, uno de los intelectuales más influyentes en materia política que ha dado el país.

En una ceremonia oficial, la rectora de la UNC Dra. Carolina Scotto repasó brevemente el aporte académico del homenajeado. Por su parte, el rector de la UCC, Lic. Padre Rafael Velasco centró su discurso en el aporte social de Laclau y en su interés por los derechos de los oprimidos y por “los sectores más pobres que no tienen voz ni representación”.

Luego de ambos discursos, el filósofo agradeció la distinción que le entregaron “las dos Universidades más importantes de Córdoba”. Contó que en los años ‘60, cuando militó en los sectores de izquierda, tuvo mucho contacto con referentes de nuestra provincia, y guarda un profundo respeto por todos ellos. “La universidad tiene la obligación de crear saberes que permitan avanzar en el camino de emancipación que hoy vive Latinoamérica”, concluyó Laclau.

La clase magistral de Ernesto Laclau

Luego de las formalidades, los presentes se trasladaron al Auditorio de la sede céntrica de la UCC para participar de un simposio y conferencia a cargo del agasajado.

La sala se llenó en apenas unos minutos, y luego de las presentaciones correspondientes, Ernesto Laclau comenzó a recorrer los conceptos más estudiados por él, y gracias a los cuales su actividad académica fue impulsada.

Organizó su charla en torno a tres ejes-conceptos: discurso, antagonismo y palabras. Con una destreza intelectual admirable, repasó teorías marxistas, postulados de Kant, de Heidegger, de Lacan y de Wittgenstein, entre otros. Así, dejó en claro que la filosofía, la política y las ciencias sociales deben comprometerse con la sociedad y las democracias en las cuales se desarrollan.

Un intelectual comprometido. Esa es la figura que deja Laclau. Entre muchas definiciones y explicaciones que manifestó, es interesante rescatar algunas para poder reflexionar acerca del momento político-social en cual estamos inmersos:

Discurso

“Ya no es posible pensar el discurso como el conjunto de simples palabras; ahora nos referimos a él para denominar cualquier tipo de acción social significativa”.

Hegemonía

“Cuando un elemento particular pasa a representar la totalidad que lo trasciende, a eso nosotros llamamos ‘hegemonía’. Es posible pasar de la hegemonía de un elemento a la hegemonía de otro, pero no se puede salir de una relación hegemónica”

Significante vacío

“Aunque parezca una contradicción, un significante hegemónico (como puede ser una bandera, una canción, es decir, símbolos representativos), es netamente vacío, porque incluye tantas demandas – reclamos, representaciones, etc.- sociales que termina por perder su especificidad. Por eso decimos que es ‘vacío’”.

Antagonismo

“En un mundo de objetos reales no existen contradicciones, sólo las proposiciones (es decir, las oraciones o enunciaciones que hacemos sobre las cosas) pueden ser contradictorias, tal como afirmaba Kant. Entonces, para hablar de antagonismo tenemos que pensar en la oposición de dos fuerzas enemigas, y llevado a lo social, se da en la interrupción de la identidad de un grupo o una persona. Es decir, la fuerza antagónica que se me opone busca negar la identidad de mi ser”.