¡Vamo arriba!

Charla con Yamandú Cardozo

26-10-2012 / Agenda, Entrevistas
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La murga uruguaya Agarrate Catalina vuelve a Córdoba para presentarse este sábado 27 a las 22hs en Quality Espacio. En la previa, conversamos con uno de sus fundadores.


Charla con Yamandú Cardozo

Por | redaccion351@gmail.com

La Catalina es una metáfora del camino. El camino es una metáfora de la Catalina. La Catalina es una enredadera de abrazos de pueblo en pueblo, una enamorada de las tablas. Con regarla un poquito, se desparrama por escenarios de más y más ciudades. Otro poquito y traspasa las provincias.

En medio de uno de tantos viajes, en este caso de Gualeguaychú hacia Concordia, antes de rumbear para Córdoba, Yamandú Cardozo, uno de los referentes de esta murga que vamos a ver si la dejamos volver al Uruguay, toma el teléfono y nos saluda con una amabilidad incompatible con el cansancio que se pueda imaginar.

El motivo de la charla es un hábito de este mundo: la previa de una presentación, como excusa para acercarnos a una muchachada tan linda.

Fiel a su estilo campestre con detalles de chapa, y haciéndole sucutrule a los apurados que leen el primer párrafo y se van, saludando incluso con la manito a otros que emigran para seguir devorando copetes, el cronista disfrazado de entrevistador desenrolla el papiro:

Después de la última presentación en mayo, en el San Martín, estuvieron en Cuba, en varias ciudades del interior del Uruguay, luego girando por la provincia de Buenos Aires, ahora recorriendo Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba… ¡No paran!

¡Es divino! No podemos decir otra cosa. Estuvimos 15 días de vacaciones y arrancamos de nuevo. Estamos felices.

Los caminos deben ir modificando las presentaciones.

¡Siempre hay modificaciones! Después de la última función en Córdoba la murga siguió girando. Las funciones de alguna manera van consolidando la estructura del espectáculo pero siempre surgen situaciones que van ornamentando las presentaciones sucesivas. De repente surgen improvisaciones en una función que quedaron buenísimas y se suman a la estructura de la próxima presentación.

La inspiración aparece de pueblo en pueblo.

Terriblemente, porque además de la interacción con cada público local, y con cada artista que conocemos, hay una auto observación permanente que es barro para amasar variantes nuevas. En el recorrido va surgiendo la base de un nuevo espectáculo. Estamos acostumbrados a funcionar así, de una manera un tanto esquizofrénica. El trabajo es un poco caótico y exige mucha independencia de la cabeza, pensar todo el tiempo para darle vida a un nuevo espectáculo. Terminaste de crear algo y ya estás pensando en algo nuevo. Es una aberración casi deportiva de la metodología saludable del arte. Si tomáramos como ejemplo el trabajo de una compañía de teatro tradicional, bueno, nosotros lo adaptamos a una forma criolla. Pasa lo mismo con el canto. Para los estudiosos del canto, de la colocación de la voz, lo que nosotros hacemos debe ser una locura. Pero es parte de nuestra vida, de andar girando todo el tiempo. Sería buenísimo tomarnos dos semanas para ir al Cabo Polonio y sentarnos en las dunas a esperar que bajen las musas, pero los días corren y hay que agarrar las musas y bajarlas del cogote (risas).

Se escribe en todos lados.

Hay que escribir en los bondis, en la clausura de los barcos por tormentas, en la espera de los aeropuertos, en las asambleas de la cooperativa, durante las pruebas de sonido…

Cuando te diste cuenta, te agarra el Carnaval. ¿Qué va a pasar el año que viene?

Decidimos no concursar en el próximo Carnaval, por una decisión grupal de la murga. Queremos disfrutar más de la fiesta y sacar un poco nuestra propia cabeza de la guillotina del concurso, que es muy lindo, que lo hemos disfrutado mucho. Si hay alguien que no se puede quejar de los resultados del concurso es la Catalina. Participamos nueve años y ganamos cuatro veces. Pero no es prioritario el puesto final en el concurso. Es una fiesta que dura 45 días, donde hacemos 150 funciones en todos los barrios, donde hacemos hasta 8 tablados en una misma noche. Disfrutamos mucho de eso, pero con tantas cosas que nos han pasado, el fanatismo y la competencia generan algo que no sabemos si está tan bueno. No queremos dejar de disfrutar de lo que sigue siendo una gran fiesta.

Además de ustedes y de los Falta y Resto, casi no recibimos la visita de otras murgas que salgan a rodar. Hay una mirada que se alimenta cuando salís del circuito tradicional.

Falta y Resto es una murga que adoro. Somos hinchas desde niños de la Falta, y de la Catalina porque es nuestra murga. Disfrutamos muchísimo de las presentaciones en épocas de carnaval, donde el público es hincha de una murga u otra, pero la conexión que se establece con el público cuando salís del circuito tradicional, siguiendo un poco el camino que trazó la Falta, no deja de sorprendernos. Al tomar distancia te das cuenta de lo lindo que es el carnaval, pero también descubrís lo lindo que puede ser pasar las fronteras, patear el tablero, salirse de los límites establecidos para una murga, meter de repente una viola eléctrica, un bajo distorsionado, y poder hacerse abrazar por una cantidad de gente que te nutre. Es una mirada que agradecemos, que no tiene el filtro de lo competitivo.

No puedo dejar de preguntar por Mujica. En el espectáculo anterior, le pegaron un poquito. Sabemos de la identificación de la murga con el Pepe.

La identificación es real. Nosotros votamos al Pepe y lo manifestamos públicamente. Con Tabaré escribimos una canción que terminó siendo la más popular de toda la campaña y al Pepe le encantó. Pero siempre tenemos nuestra independencia artística. Nos pasa que tenemos la necesidad de mostrar las dos cosas. Yo creo en la salida solidaria, cooperativa, colectiva, que plantee una izquierda justa y de cuidado social. En un momento en que se plantearon dos modelos de país, yo quería que el proyecto de la izquierda continuara. Salimos a manifestarnos, a decir que el Pepe era el mejor presidente que podíamos tener, y que sería increíble que un tipo así, con esa coherencia, sea nuestro presidente. Pero también mostramos que la Catalina no es el brazo artístico del Pepe. Es una murga válida en sí misma. Hay muchos compañeros que no votaron al Pepe, que no votan al Frente Amplio, que no votan a la Izquierda, que no votan, por decisión propia. Siempre tuvimos muy en claro que iba a ser muy difícil aclarar que no hacemos una militancia artística. Mucha gente nos identificó como la murga oficialista. Por eso en el final de “Gente común”, el espectáculo anterior, comenzamos a jugar con esa situación. Nos pusimos en la mirada de quienes nos identifican de esa forma. Pensamos qué les gustaría que dijéramos del Pepe, y le empezamos a pegar, a decir de todo. Resultó muy gracioso porque iba en contra del imaginario colectivo. Mucha gente en Uruguay debe pensar que comemos todos los días con el Pepe, o que nos juntamos a jugar a la Play…

¡El Pepe jugando a la Play!

No creo que juegue ¿no? (risas) O a jugar al truco. Nos invitó un par de veces a comer un asado, al gallinero de él ¿no? Y bueno, nos fue a ver y disfrutó mucho del espectáculo. En su momento le pegamos a Tabaré porque llamó a Bush por si había una guerra con Argentina… Le pegamos para transformar nuestra bronca izquierdista en humor.

Hay un gran afecto por los artistas uruguayos. Hay muchísima música que nos llega, y otras que conocemos por andar casi como escarbando.

Es cierto, hay muchísima música que podría cruzar la frontera. Nosotros somos conscientes también de que hemos heredado un cariño ajeno. Hay gente que por ahí nos viene a ver porque alguna vez escuchó a Zitarrosa y se le partió el alma con “Guitarra negra”, o a Viglietti. Ojalá que algún día vengan más seguido Los 4 pesos de propina o Pa’ntrar en calor, u Once tiros, Los Buitres. Por otro lado hay música que usó la Catalina que era de Darnauchans o de Galemire. Los No te va gustar nos invitaron al cierre de su gira en GEBA y había miles de personas. Esa generosidad de repente hace que mucha gente que no nos conocía siga a la Catalina por No te va Gustar. Federico Lima, su productor toca en Socio, tremenda banda. Hay cosas muy interesantes.

¿Cómo anda Tabaré?

Bárbaro. Pidió una licencia de La Catalina, un tiempito para poder hacer su música. Esto de tocar todo el tiempo es una esponja ultra demandante que nos absorbe la vida. Tabaré tiene su banda y su música para compartir.

Vino a Córdoba, gran recital.

Sí, quedó re contento. Tocamos juntos en Buenos Aires hace poco. Lo extraño mucho porque es mi hermano y mi amigo de la vida.

Córdoba los está esperando de nuevo. ¡Hay carteles por todos lados!

Mirá, el otro día sacábamos la cuenta. Córdoba debe ser uno de los lugares donde en más espacios diferentes estuvimos: el Teatro Real, La Sala de las Américas, La Ciudad de las Artes, La Vieja Usina, El San Martín, en varias villas, en el penal de Bouwer, ahora el Quality. Estamos contentísimos.

¡Gracias Yamandú!

¡A ustedes! ¡Vamo arriba!