Por Luciano Debanne.
Si tenés una bomba soltala,
que estalle en la calle, en la ofi, en la cama,
en las sobremesas del fin de semana,
que enchastre todo de tus tripas y tu trip,
que reviente y que cambie lo que anda por ahí.
Soltala,
construila con tus manos y tus ganas,
activala,
ponela a andar,
no sea que el tiempo se vaya a pasar.
Si armás una bomba pasala,
prestá, convidala,
compartidas las cosas explotan,
se prenden,
se suben,
sanan cosas rotas.
Si tenés una bomba soltala,
tirala lejos, dejala ir,
hacela seguir,
soltala,
no sirve de nada que te explote en la cara.
Si tenés una bomba soltala,
que no se calle, que no evite el drama,
que suene, y tiemble, y active alarmas,
que enchastre todo de tus tripas y tu trip,
que explote y que cambie todo por aquí.
Si tenés una bomba, que se haga sentir.
Notas relacionadas
Mirarse el ombligo, hoy
Esa condición inigualable de ser tierra y al mismo tiempo mano jardinera; cuidando lo que crece, y siendo, simiente, condición de posibilidad.
Un mundo incendiándose
No alcanzan nuestras manos. No alcanza nuestra buena voluntad. No alcanzan nuestros cuerpos sumados de uno en uno en medio del remolino ígneo de la desigualdad.
