Astilla

Más quisiéramos

1-09-2022 / Astilla, Lecturas
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La gente que me gusta en grandes generalidades parece compartir conmigo alguna astilla del mismo palo.


Más quisiéramos

Por Garba.

La gente que me gusta tiene algo roto.

O sobrevivió a algún naufragio, o fue atacada por caranchos o ha sido abandonada en una esquina.

Le falta una parte que el resto tiene o le sobra.

No lo sé.

La gente que me gusta en grandes generalidades parece compartir conmigo alguna astilla del mismo palo.

O la madre le ha traicionado y entregado a las fieras, o le ha tirado al orfanato de policías, o es su piel mulata lo que le hizo verse peligrosa o son sus piernas de zanco, o guarda dentro mil tajos de hijxs que se fue sacando, o se escapó de las drogas cruzando el océano, o se casó muy pronto y no se anima a deshacer el juramento.

La gente que me gusta no puede muchas cosas, no llega, no le sale.

Jamás me han gustado por su apariencia de foto. Es la risa, o la mueca, o el olor, o algo al caminar y en general las he querido o las quiero incluso a pesar mío.

O elige la soledad como mejor cama de plumas.

El gusto y el amor son, creo, injustos e incómodos y nunca corresponden al merecimiento.

«Era alguien tan bueno que se merece que le quiera».

No sucede así.

Más quisiéramos.

Me vengo preguntando a través del tiempo, si es un callejón sin salida, o si alguna vez me gustará alguna persona salida de las revistas, peinada, con las medias sin perder el par, predecible y puntual, o es algo marcado por el hueco que deja lo ausente o lo grande, o es tan sólo propia estupidez adornada con la extravagancia del artista.