Con Permiso

Lo demás es fantasía

7-11-2017 / Con Permiso, Lecturas
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Casi como creer que alguna vez fuimos buenos pero perdimos la senda. El mito del buen salvaje o la ilusión del paraíso perdido.


Lo demás es fantasía

Por Luciano Debanne.

El tipo que condena a la madre que pide con el hijo en brazos y le parece hermoso que Tinelli lleve a sus pibes al programa.

El funcionario que condena el trabajo en negro tiene a medio equipo de monotributistas porque «es lo que se puede ahora».

El militante que exige que la sociedad se comprometa no va a la reunión de consorcio porque le dio paja.

El chabón que flashea con el gurú de las redes que no terminó ni el secundario se horroriza porque los pibes no van a la escuela.

El vago que se emociona con las frases de El Principito en internet no le compra un puto libro a su hijo.

El ciudadano de bien que está harto de que los políticos roben y se beneficien aprovecha que tiene un primo en la Muni y se anota en una eximición de impuestos.

El estudiante que marcha por más calidad educativa hace un escándalo porque tiene que leer un capítulo completo del libro.

El dirigente horizontalista se reúne antes con dos o tres para cerrar el plenario.

El verdulero que dice que en su época todo era más sano, te mete dos tomates pasados cuando no estás viendo.

El empleado estatal que reniega por el acomodo acepta que le armen un tribunal que lo beneficie y recibe las respuesta por teléfono un día antes.

El laburante podrido de que lo negreen le paga la mitad de lo que corresponde a la piba que limpia su casa porque «la mano está dura».

El paladín anticorrupción de la nueva política cobra dos sueldos incompatibles.

Así somos, y en medio de eso hay que avanzar. Acá, tapados de mierda.

Lo demás es fantasía, es como creer que alguna vez fuimos buenos pero perdimos la senda. El mito del buen salvaje. La ilusión del paraíso perdido.

Dejen de rastrear el camino de regreso muchachos… Que alguien busque leña que esta noche acampamos acá. Y traigan la guitarra.