Con permiso

La máquina de indignarse

9-01-2022 / Con Permiso, Lecturas
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Yo que he visto cómo hasta el almacenero atiende antes a los amigos, y los currículum se seleccionan por las fotos, y los concursos se amañan en cada institución que hay.


La máquina de indignarse

Por Luciano Debanne.

Tienen ustedes una máquina de indignarse mejor calibrada que la mía.

Yo que he visto cómo hasta el almacenero atiende antes a los amigos, y los currículum se seleccionan por las fotos, y los concursos se amañan en cada institución que hay, y las seños eligen a discreción quién pasa a la bandera, y los doctores amigos te atienden sin turno aunque el turnero funciona igual, y los conocidos del músico entran a los recitales aunque la sala esté llena, y a las chicas lindas el patovica las hace pasar antes, y las gentes reciben paquetes oficiales de semillas, medicamentos, herramientas, información y descuentos por fuera de la cadena de distribución formal, y así cada quien hace su pequeña prebenda según el poder que tiene y lo que tiene para dar…

Yo que he sido beneficiado y beneficioso en mi pequeña porción, y sin embargo acá estoy, tan suelta de cuerpo mi conciencia tranquila; yo que como cada uno de ustedes vive en este mundo injustamente real, pondero costo y beneficios antes de que me nazca la indignación.

Y se me suben los hombros hasta las orejas de la indiferencia que me genera la mayoría de las cosas que a tantos les causan indignaciones febriles.

Y aunque disfruto de los cuentos y teorías, de las adivinanzas y los enigmas, de las explicaciones más locas y del chusmerío farandulero de amantes y enojos, del sarcasmo de los cínicos y del humor popular, yo pienso que sólo te echa o te banca el que puede echarte, el que tiene el mango, el bastón de mando, la palabra final.

Ustedes tienen la máquina de indignarse mejor calibrada, la mía parece que anda indignándose mal.

¿Alguien tiene un manual de instrucciones para indignarse como corresponde, a ver si la puedo calibrar?