Con permiso

En las siestas y en la piel

19-09-2021 / Con Permiso, Lecturas
Etiquetas: ,

Aunque el almanaque diga lo contrario, en mi barrio ya ha comenzado la primavera. Y hay un murmullo de azahares en el naranjo, y los aromos aroman el aire de las plazas y los patios y los baldíos agrestes.


En las siestas y en la piel

Por Luciano Debanne. 

Que aunque el almanaque diga lo contrario, sospecho que en mi barrio ya ha comenzado la primavera.

Y hay un murmullo de azahares en el naranjo, y los aromos aroman el aire de las plazas y los patios y los baldíos agrestes.

Y un runrún de gusanos y lombrices caminando bajo la tierra, y raíces enredadas estirándose y creciendo sin esfuerzo y sin placer. Creciendo por puro mandato de crecer.

Y se presienten los huevos craquelándose en los nidos, y el pausado reventar de larvas escondidas en las maderas y las cosas.

Y los sapos han venido a reclamar los charcos de la noche, a los gritos.

Y hay risas en las siestas y en la piel. Y un colibrí, de cola larga y atijeretada, pasó volando su magia de velocidad más de una vez.

Y la huerta se llenó de las flores blancas de mi desidia, y el jazmín de pimpollos celestes.

Y el romero, en su maceta, tuvo la delicadeza de germinar unas florecitas minúsculas y bellas que son la delicia de quien sabe ver.

Y aunque el almanaque proteste por su anticipación fuera de agenda, por su arrebato de savia y sangre, acá en mi barrio ya ha comenzado la primavera.

Y es una fiesta esto que se anuncia, ya imposible de detener.