Con permiso

El tiempo en pedazos

30-12-2018 / Con Permiso, Lecturas
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Un año, decimos. Números que vamos tachando. Como si los días, las horas, los meses, fueran una cosa apilable, fabricable, medible, usable. Como si fueran cajas en una repisa, que vamos sacando para usar.


El tiempo en pedazos

Por Luciano Debanne.

Un año, decimos. Y se nos debe cagar de risa Dios.

Se debe cagar de risa de esa manía de andar dividiendo el tiempo en pedazos, de andar contando los pedazos de tiempos, de anotarlos en hojas cuadradas, con cuadrados adentros y números con formas geométricas, ordenados, primero el 1, después el 2, y así hasta que es 31, 31 del mes 12, números adentro de números, encastrados, inamovibles. Divididos por rayas, por un guion. ¡Un guion!

Números que vamos tachando, con un fibrón o con la mirada que se los saltea, los pasa de largo. Vamos tachando los pedazos de tiempo usados, como si fueran cosas que se gastan, algo perdido; como se tira el envoltorio de algo, como si fuera un diario viejo que se quema en la parrilla, y ya no está más, a pesar de sus noticias importantes, sus números de quiniela, sus anuncios de ofertas que no podíamos dejar de aprovechar.

Un año decimos, y brindamos por la supervivencia, por lo que vendrá; brindamos con la misma sonrisa con la que salimos de la estación de servicio con el tanque lleno, con la sonrisa de la recarga; como si los días fueran balas que vamos desparramando, ta, ta, ta, ta. Balas perdidas en la inmensidad.

Como si los días, las horas, los meses, fueran una cosa apilable, fabricable, medible, usable. Como si fueran cajas en una repisa, que vamos sacando para usar.

Se nos debe cagar de risa Dios, viéndonos revolvernos en esta cosa elástica, plegable, viscosa, inmaterial, jugando a que tenemos todo bajo control.