Por Garba.
Nos pasamos casi tres años sin marchar.
Hoy marchamos.
La memoria está en las calles.
Hace tres años no sabíamos que sería la última marcha por un largo tiempo.
La memoria es buscar.
Contraria a las definiciones exitistas que ponen el énfasis en el encuentro, la memoria busca para encontrar aunque no encuentre nada.
Su razón de ser está en el arrojo de buscar.
Buscar una palabra, buscar una cosa, buscar un recuerdo, buscar trabajo, buscar a alguien, buscar a todxs.
Buscar, siempre revolver los infinitos caminos que hay adentro y afuera, adelante y atrás, arriba y abajo. Y si no aparece, seguir buscando. Siempre buscando.
«Y viste que es chiquito y se nos pierde. Y son tantos…» dijo María.
Y me le fui a buscar.
Para adelante y para atrás, para adentro y para afuera, para arriba y para abajo del sector de familiares.
Disculpe compañero, le digo al Colorado. ¿Me lo presta al Petiso? Es el papá de mi amiga. ¡Pero claro!
Medía 1.60 el Petiso Brogín.
Era inquieto, era padre y compañero, era joven, era tantas cosas hasta que un día desapareció y empezó la búsqueda.
Y vuelvo con la contentura gritando: ¡Lo encontré!
Y festejamos con humor y amor. Como si por un segundo pudiera hallarlo mezclado entre la gente que marcha.
También en estos mundos nos habita la poesía.
El Petiso Brogín, Raúl Carlos.
Hay un nombre atrás de cada búsqueda, de cada cartel, de cada pañuelo.
Porque al buscarles nos encontramos.
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