
Por Luciano Debanne.
Locaciones cordobesas para historias de terror:
El zoológico, especialmente la zona del hipopótamo.
La morgue del Viejo Hospital de Niños.
La puerta tapiada del túnel que une por debajo de la Yrigoyen al edificio de la Secretaría de la Juventud con el de la Policía Federal.
El carrito de arriba, y quizás los dos de los costados, de la Rueda de la Fortuna de Eiffel.
La Pampa de Achala en invierno.
El rosedal, de noche.
El edificio de la escuela de Enfermería, en Ciudad Universitaria, a partir de las 22hs.
La ruta 9 entre Rayo Cortado y Ojo de Agua.
Alguno de los tantos edificios abandonados de Molinos Minetti
El bar que está al frente de la plaza de barrio Industrial, en La Calera.
La cárcel de encausados.
El Hospital Colonia Santa María de Punilla.
El edificio y los jardines del Colegio La Salle.
La Usina Molet.
El túnel que une la terminal vieja y la nueva.
Las Salinas Grandes, en verano.
Pekos, también de noche.
La muralla vieja del Dique San Roque.
El Panal y Palacio 6 de julio, pisos superiores. Cualquier día en horario de oficina.