Asistencia Imperfecta

La Viajerita y Fede Flores se presentaron en Cocina de Culturas

8-09-2018 / Asistencia Imperfecta, Crónicas
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El dúo integrado por Mariela Carrera y Ornela Lanzillotto compartió sus canciones junto al notable Dj en otra noche memorable en el espacio de la calle Julio A. Roca. Compartimos algunas impresiones.


La Viajerita y Fede Flores se presentaron en Cocina de Culturas

Por Rodrigo Pérez.

Los itinerarios de La Viajerita y de Fede Flores vienen coincidiendo desde hace un tiempo. Se descubrieron y vienen transitando una experiencia sonora que reafirma la idea de que dos proyectos en apariencia disímiles encuentran un terreno común y fértil para crear, recrear, enriquecer y embellecer composiciones.

Y ese encuentro es el resultado de mucho trabajo, de estudio, de incesantes búsquedas estéticas y de acertadas decisiones que se van tomando en el largo camino del proceso creativo y se traducen en el disfrute manifiesto, en la celebración recíproca entre artistas y público.

La Viajerita y DJ Fede Flores es el concepto de fusión magistralmente ilustrado. Fusión no sólo de los denominados «géneros», sino también de lenguajes musicales que abren un abanico interminable de posibilidades sonoras. Con variados ritmos latinos, la propuesta planteó un recorrido por Latinoamérica que devuelve la idea de cómo la rítmica africana es constitutiva de una cadencia que dibuja nuestros mapas. Porque está presente en la chacarera y en la zamba, en la vidala y en la guajira. Definitivamente, la incorporación electrónica que acentúa un pulso, que remarca un latir, que cajonea en el pecho, es la apertura hacia otra dimensión, hacia universos infinitos.

En el paseo se produjeron encuentros con artistas de Uruguay, de Brasil y de Argentina. En «Puentes que se tienden», de «Mundo Barrio», apareció nuestra querida Jenny Náger en un loop que repetía “todo se construye y uno está en el todo” casi como un mantra. “Pasadizos invisibles obstruyen la verdad” dice La Viajerita en «Hormiga Negra», “y lo que veo puede no ser verdad…”

La Viajerita – «Mundo Barrio»

Esta feliz unión de sonidos y texturas, de melodías y arreglos vocales, pero sobre todo de talentos, es una búsqueda permanente de estímulos agradables. El arte es siempre una esperanza movilizadora y sobre todo en contextos difíciles como el actual.

En algún momento de la escucha surgió la imagen del querido Pappo Napolitano, presente entre nosotros, replanteándose ese prejuicio de que los DJ´s no tocan. Si estuviera acá, junto a La Viajerita y Fede Flores, el Carpo diría que efectivamente con las máquinas también se toca música. ¡Justo en ese momento se cortó la luz del espacio! No se podría decir que fue una manifestación de Norberto ni nada por el estilo. Simplemente cosas que pasan, pero la luz se cortó en toda la cuadra y un show que estaba pensado y planteado como electrónico quedó de repente en silencio. 

La respuesta inmediata, casi un acto reflejo, fue retomar la versión primaria de La Viajerita, desenchufada. El improvisado momento acústico trajo la emoción de una ronda, porque las chicas se bajaron del escenario, recorrieron las mesas, desenfundaron el piano de cola y brillaron entre risas, alientos y aplausos con “Esa musiquita” salvadora, esa melodía apaciguadora de tristezas profundas y sembradora de esperanzas, regalo de Teresa Parodi para la humanidad recreado tan hermosamente por Mariana y Ornela.

Inagotables los recursos creativos de estas dos inmensas artistas que hasta se animaron a adaptar letras en una ronda de humor y buena vibra.

Tanta energía desplegada hizo que volviera la luz y con la electricidad vino todo el sonido del mar hecho samba y pandeira. Fede Flores volvió a danzar risueño detrás de su set vestido de rojo para la ocasión y hasta en un momento se colgó y tocó el bichito cordobés. ¡Para vos y de corazón Carpo querido!

La Viajerita y Fede Flores – «Vino y Salamín»

Sobre el final, con «Florcita de Cactus» y en medio de un electro bombo primo hermano de Don Domingo Cura, fluyó el mensaje esperanzador de la savia que clama por vivir.

Los momentos finales incluyeron una versión femenina y cordobesa de “No voy a ser yo” de Kevin Johansen y una despedida saludando, sonriendo, bailando y perdiéndose en los abrazos con la concurrencia.