Por Rodrigo Pérez.
Una vez más el espacio de teatro La Nave Escénica de Ovidio Lagos 578 le abrió sus puertas a propuestas musicales. En la noche helada del jueves 30 de agosto se presentaron el dúo integrado por Agustín Albrieu Llinás y Celeste Cielo Marcón y Julieta Rod junto a Gónza Sánchez.
Hemos mencionado en otras ocasiones las bondades acústicas y sensoriales que este lugar ofrece para la música en vivo. La disposición de anfiteatro invierte la convención del escenario alto y el público abajo. Así, se ve bien desde todas las ubicaciones y el sonido es el ideal para propuestas que contienen muchos detalles acústicos. La proximidad del público, la iluminación, la familiaridad del entorno, la estética y hasta esa mística del teatro que habitan ese lugar crearon un clima cálido e ideal para el encuentro.
En la apertura sonaron canciones de Julieta Rod publicadas en su disco “Ensayo sobre el cráter”, obra que próximamente se editará en formato físico y que también tendrá su presentación oficial con la participación de mucha gente querida que en la noche del jueves estuvo entre la asistencia. Sonaron también canciones de Gonza Sánchez y juntos recrearon, en formato intimista, momentos del estreno reciente de “Así”. El encuentro musical y creativo entre Julieta y Gonza nos da muchas ganas de que vayan madurando creaciones comunes. Todo parece conspirar para que así suceda.
Julieta Rod – «Ensayo sobre el Cráter»
En la interpretación del tema “Mis pies” se sumaron Agustín y Celeste para luego dar paso a la presentación de este dúo. Un proyecto innovador, una experiencia sonora originalísima. Un preciso manejo del difícil arte del loop, el uso sincronizado de programaciones, más el virtuosismo de estas personas con sus instrumentos y voces dieron como resultado un ambiente, un clima, un estado de emociones. Guitarra eléctrica, computadora, pedalera, micrófonos, voz. Un set de percusión que combina de manera equilibrada lo analógico con lo digital: cajón flamenco, accesorios varios y sintetizador multipad con plato.
Celeste Marcón y Agustín Albrieu – «El Cosechero»
De mirarlos nomás, se advierte que las posibilidades musicales de los instrumentos convencionales son muchísimas. Y uno también sabe que, en manos habilidosas de artistas con talento, esas posibilidades se multiplican exponencialmente. Si a lo anterior le sumamos el uso criterioso y acertado de los infinitos recursos que ofrece la tecnología, el resultado es nada más y nada menos que la belleza.
Los momentos compartidos con Julieta en voz y con Gonza en el saxofón fueron un claro ejemplo de la riqueza de nuestra escena musical cordobesa independiente y autogestiva. Gente inquieta, estudiosa, ingeniosa, perseverante, curiosa, gente que en algún punto, necesariamente, termina encontrándose. Gente que se une en una búsqueda creativa que, a su vez, genera nuevos viajes, paisajes, proyectos, propuestas y movimientos estéticos que trascienden lo estrictamente musical.
Así – «Mis Pies»
Es sorprendente el recorrido artístico de cada una de las personas que se dieron cita en esta presentación. Al ingresar sus nombres en los buscadores de internet inmediatamente aparecen sus creaciones y también sus participaciones junto a otros nombres que seguramente nos resultarán conocidos. En cada punto en que se tocan, en cada proyecto en que confluyen se teje parte de la trama de esa comunidad artística que invitamos a disfrutar.
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