Entre el texto escrito, conversado, definido, jugado, puesto en tensión, y su dicho, pueden pasar rondas y rondas de amargos, dulces, con yuyos, en jarrito, de calabaza, en porongo, de madera.
Astilla

Truman
Te hicieron creer que necesitabas resguardarte y que era mejor no mezclarte nunca con las multitudes. En tu mundo no hay multitudes, ni mesas de discusión, claro.

Por más democracia
Porque no hay espacio para la poesía en el negacionismo. Porque nos merecemos un respiro y no la destrucción.

Lapacho
No le pido nada, no me pide nada, somos mutuamente testigos de cómo transcurrimos nuestras existencias.