Por Gabriela Socias | politicaysociedad@redaccion351.com

Fotos: Gentileza S.O.S. Niños en Riesgo

De a poco, cada una fue levantando la mano para pedir la palabra. Con la voz resquebrajada de impotencia denunciaban atrocidades y suplicaban justicia. Una vez más ellas, firmes en el frente de batalla. Batalla de resistencia agónica que padecen las víctimas y sus seres queridos. Quizá sea la carga simbólica de lucha que llevan a cuestas las abuelas de nuestro país, la que da lugar a pensar que mientras ayer unas comenzaron a reclamar por la identidad de sus nietos, hoy otras luchan para que no se les ultraje su integridad.

Corría el mes de agosto del año 2010 cuando abuelas de niños víctimas de abuso y maltrato sexual concurrieron a una charla, en Córdoba, del doctor Jorge Volnovich, especialista en el tema. Al finalizar la disertación, las abuelas alzaron sus voces frente al auditorio para contar sus historias personales y hacer público el reclamo de justicia. A partir de allí, aquellas abuelas nunca se separaron, se unieron y decidieron formar lo que hoy es la Asociación Civil S.O.S Niños en Riesgo filial Córdoba.

“Estábamos desesperadas, muertas en vida, impotentes, no sabíamos qué hacer con nuestros niños que seguían en manos de abusadores, con el daño y el calvario que eso implica. Así fue que empezamos a buscar información sobre el tema y nos contactamos con Mónica Cortinez, presidenta de S.O.S Niños en Riesgo Buenos Aires. Ella fue quien nos propuso y nos ayudó a crear una filial en Córdoba”, relata Mercedes Eva Feuillet Dartigolles, una de las abuelas más perseverantes del grupo.

S.O.S Niños en Riesgo está integrado por diez abuelas, algunas madres y varias víctimas de abuso mayores de edad. Se reúnen todos los jueves de 14 a 16 horas en un espacio cedido por la Defensoría del Pueblo de la Nación en la Avenida Colón 533. Allí, receptan consultas y asesoran a pares que están pasando por su misma situación.

“A los familiares de víctimas de abuso les pedimos que denuncien, que no callen, para que el problema no sea clandestino. Hay que hacerlo por los niños, por su salud física y mental. Es necesario que estos crímenes impunes dejen de suceder y tengan castigo” sostiene Mercedes.

Los días sábados a las 15 horas el grupo se reúne con psicólogos en la sede de la asociación. El fin de tales encuentros es construir un espacio de autoayuda, donde se brinde contención y seguimiento a quienes se acerquen al grupo.

Mercedes comenta que la idea es que las nuevas madres y abuelas que llegan a S.O.S no se sientan solas, ni atraviesen el problema sin ningún tipo de contención, dejando en la clandestinidad su situación.

“Nuestras hijas contaron con nuestro apoyo y logramos que puedan pelearla con más fuerza, les brindamos detalles necesarios sobre el perverso sistema judicial y el accionar de inescrupulosos profesionales sobre este tipo de causas”.

Actualmente, S.O.S Niños en Riesgo trabaja de manera articulada con el Programa de Lucha contra la Impunidad de la Secretaria de Derechos Humanos (parte del Ministerio de Justicia de la Nación). A su vez, recibe el constante apoyo de profesionales que se interesan por la problemática.

Al final de la entrevista, cuando felicitamos a Mercedes y a sus compañeras por su fuerza para luchar por la causa, ella respondió: “Mi fuerza tiene nombre y apellido y es el de mi nieta y el de todos los niños abusados y maltratados, porque a ellos también los siento como mis nietos”.