Por Carla Montanari | cmontanari@redaccion351.com
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Fotos: Carla Montanari
El miércoles 31 de octubre a partir de las 19.30, las puertas del Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas se abrieron para dar lugar a un acto emotivo y generoso. La Fundación Resilient trabaja desde 1991 en el apoyo a niños y adolescentes que necesitan adaptarse, recuperarse e integrarse a la sociedad productiva.
En esta oportunidad, dicha asociación decidió homenajear a aquellas personas y agrupaciones que realizan un trabajo diario solidario y desinteresado para colaborar con individuos que necesitan apoyo y contención. Luego de una introducción formal, Marcela Cantero, presidente de Resilient, dio inicio al acto.
En primer lugar, la escritora Mely Almada leyó una historia referida al artista Albrecht Dürer y a su obra «Manos que oran«. Luego, uno de los reconocimientos que se entregarían a cada referente sería una representación de dicho cuadro.
A continuación recibió su distinción Claudia Flores, Comisario Inspector de la Policía de Córdoba, dedicada a luchar contra las redes de proxenetas y la trata de personas en nuestra provincia. Al subir al escenario, Flores comentó que son un equipo de tres personas y que el trabajo no es fácil, ya que hay muchos intereses en el medio que ponen obstáculos a las investigaciones. Sin embargo, destacó que todo el esfuerzo vale la pena cuando logran rescatar y salvar a cada una de las chicas insertas en esta situación.
Acto seguido tuvo lugar el reconocimiento para la Médica Residente en Pediatría Evangelina Quinteros, distinguida por su desempeño en el Hospital Infantil Municipal y en el dispensario de Barrio Guiñazú. Al obtener su copia de “Manos que Oran”, Evangelina agradeció a su familia y principalmente a sus compañeros, quienes la acompañan permanentemente en la tarea de aliviar el dolor de bebés y niños.
Luego fue el turno del homenaje al Centro de Asistencia al Suicida de Córdoba. Se trata de una asociación que lleva casi 30 años de trabajo en la atención telefónica y prevención de las personas en crisis. El C.A.S.C. colabora de manera anónima y gratuita y es asistido por psicólogos especializados. En nombre del Centro recibió el premio el actual presidente Claudio Pittón, quien expresó la importancia de llevar a cabo alguna acción, la que sea, para lograr que la sociedad sea un poco mejor.
Por otra parte, adquirió su distinción Roxana Irala, Lic. en Artes Plásticas y docente en el Colegio Cassaffousth. Roxana coordina la producción de juegos de ingenio que luego son entregados a los niños a los que ayuda la Fundación Resilient. Irala expresó que se sentía muy gratificada por haber logrado “sacar de las carpetas” todos los trabajos para compartirlos con la comunidad.
Finalmente tuvo su espacio el Dr. Pablo Diez, bioingeniero que ha desarrollado una silla de ruedas que se controla a través de señales cerebrales. Su increíble labor beneficia principalmente a personas cuadripléjicas o con discapacidades motoras severas que han perdido el control de su propio cuerpo. El Dr. Diez explicó que esta nueva tecnología permite que los individuos envíen estímulos desde su cerebro para que la máquina los reconozca y los aplique.
Para terminar, la Fundación Resilient invitó a los presentes a compartir un brindis en los pasillos de la Facultad. Un brindis que cerró un encuentro lleno de emoción, satisfacción y, principalmente, solidaridad.
