Por María Bergero (*)
En el año 2013, la FAO propone el tema “Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición”. Algunos de los objetivos que proponen en su sitio web, en el marco de esta fecha, se relacionan con el estímulo a la producción agrícola, la cooperación entre países en desarrollo, la participación de poblaciones rurales y grupos vulnerables y la promoción del uso de tecnologías en los países en desarrollo.
Uno de los ejes que FAO plantea todos los años es la lucha contra el hambre. En este sentido, sostiene la importancia de la seguridad alimentaria, entendida como “el acceso físico, social y económico de todas las personas, en todo momento, a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfagan sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana”. El concepto ha sido una especie de hilo conductor a lo largo del último tiempo. Este año en particular, agrega la importancia de la sustentabilidad de los sistemas, en función del gran deterioro medioambiental que estamos viviendo. Indudablemente, si se continúan aplicando los sistemas de producción vigentes, habrá una importante repercusión negativa sobre la seguridad alimentaria.
Desde este espacio, y en relación a las diversas manifestaciones que se desarrollan en la provincia de Córdoba con respecto a la producción de alimentos, se considera de extrema importancia focalizar, además, en el concepto de Soberanía Alimentaria.
De acuerdo a lo planteado por Vía Campesina (organización que coordina a nivel mundial las luchas de las organizaciones campesinas), la Soberanía Alimentaria es “el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas sustentables de producción, transformación, comercialización, distribución y consumo de alimentos, garantizando el derecho a la alimentación de toda la población”.
Actualmente, en nuestra provincia se realizan diversas manifestaciones populares en contra de la instalación de la empresa Monsanto en Malvinas Argentinas y a favor del cuidado del medio ambiente. En este contexto, los gobiernos nacional y provincial, lejos de oponerse a la instalación de esta empresa, la promueven con entusiasmo en pos de un supuesto progreso para la sociedad. Además, llevan adelante políticas que fomentan un sistema de producción que dista de ser sustentable y atenta contra la salud de la población. Esta situación afecta directamente la seguridad y soberanía alimentarias.
Desde aquí se propone pensar en un modelo que trascienda la seguridad alimentaria -tanto a nivel individual como familiar- y promueva la participación activa y toma de decisiones de los pueblos sobre su propia alimentación.
(*) Estudiante avanzada de la carrera de Lic. en Nutrición, UNC.
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