Alimentación

Lactancia sí, lactancia no

9-08-2014 / Política y Sociedad
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Cada año, del 1 al 7 de agosto, se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Una mirada sobre la no siempre fácil tarea de amamantar.


Lactancia sí, lactancia no

Por María Bergero

Foto: Gentileza El mundo es mi sala de lactancia

Durante toda la semana estuve atenta a las campañas de promoción de lactancia que se difundieron en diferentes medios de comunicación y redes sociales. En todos los casos se detallaban lo beneficios de amamantar -que por cierto, son muchos- y se hacía hincapié en la importancia de llevar a cabo ese acto. Además de eso, pude leer y oír todas las recomendaciones acerca del apoyo que debe tener la mujer-madre tanto de la familia, como de los especialistas de la salud y los ámbitos laborales para que pueda desempeñar correctamente lo que se considera su tarea.

Considero fundamental subrayar la importancia que tiene el amamantamiento tanto para la mamá como para el bebé. No obstante, y consciente de que la población argentina, en términos generales, no cumple con las recomendaciones sobre lactancia materna, me llamó la atención que en ninguna de las campañas a las que pude acceder hablaban de qué posición tomar cuando la madre decide no amamantar.

La decisión de no amamantar por parte de la mujer-madre es una opción que puede presentarse y que también requiere acompañamiento por parte de los/as profesionales de la salud. Si no se la contiene o asesora adecuadamente, o peor aún, si se culpabiliza o demoniza su situación, puede provocar que la alimentación del bebé, además de no contar con los beneficios de la leche materna, no sea completa en términos nutricionales.

Por este motivo considero que, además de las campañas de fomento de la lactancia, se debería trabajar particularmente en el asesoramiento a cada mujer-madre y acompañarla en la decisión que tome. Dar o no dar de mamar a un hijo no convierte a una persona en buena o mala madre. La práctica de amamantamiento no siempre es como en las revistas, en un ambiente ameno, luminoso, con un niño tranquilo y sin dolor. Por el contrario, muchas veces se da en el ámbito público, en la calle o en ambientes en los que el niño y la mujer-madre no se sienten cómodos.

El hecho de que los medios de información y los profesionales de la salud presenten solamente los beneficios de una práctica que es tan compleja  y no siempre placentera es mostrar el vaso, en este caso, medio lleno.

Calmando ansiedades

Si se tiene en cuenta que los beneficios del amamantamiento fueron más que difundidos a lo largo de la semana, me parece oportuno insistir en la importancia que tiene la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses del niño/a y continuada hasta los 2 años. A continuación, se indican algunas técnicas de amamantamiento para que sea una práctica más sencilla. Para facilitar la práctica, es recomendable:

*Sentarse cómoda, con la espalda apoyada.

* Llevar el bebé hacia el pecho, no el pecho hacia el bebé.

* Alinear la panza del bebé con la de la mamá (panza con panza).

* Ubicar la cara del bebé frente al pecho de la madre (mirándola) y su nariz contra el pezón.

* Sostener todo el cuerpo del bebé sobre el regazo materno (y no sólo la cabeza o la cola).

* Mirar al bebé a los ojos.