» ¡Porca Madonna! redaccion 351

Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com

Una blasfemia entrañable habrá germinado en las cubiertas de los vapores. Con la frente al poniente, oteando “lamerica” que no aparecía, más de un gringo habrá exhalado: “Porca Madonna quanta acqua”. En los sucesivos atardeceres, ante el horizonte invariable, habrá cundido el llamado a la virgen de la paciencia: “Ma Porca Madonna quando arriviamo?…”

Después del papelerío, los esperaba la llanura interminable. Caminos polvorientos, guadales… “¡Porrrca Madonna dove siamo!” Vagones lentos, leguas y leguas… “Ma Dío Cristo…”

De arribita, los pies en remojo de nubes, la madonna santa habrá hecho gracia de tanta pequeñez. El derrotero de valijas encontrará descanso en alguna ribera. Habrá música de litorales mansos y una descendencia a la que darle raíces.

En otras costas, de otros tiempos, habrá bodegas colmadas de plegarias a Èsù. Desde las islas del Caribe, la sangre del África sabrá danzar en rebeldía y retumbará un continente. Cajas y parches como blasfemias al dios blanco que olvida y perdona. Sentado a la derecha de él mismo, cosa de mandinga, verá un infierno de gentes que cambian ritmos y no tendrá más remedio que bendecirlo. ¡Porca Madonna qué quilombo ahí abajo! Perdón Madre, quise decir, Oh qué será…

Será que la música aprende solita a atarse los cordones y solita se riega los canteros. Será que la historia de la canción no ha jurado por nada más que arrancarse la maleza de una vez (Gustavo, ya no sabemos cómo pedirte, dale loco) y es hoy una procesión de flores. Este fin de semana, las mariposas de Cuba y los ceibos del Uruguay llegan a Córdoba, florero hereje, nudo de caminos de cien recodos, de amarguras viejas, de mestizos abrazados y blasfemias entrañables. Yusa y Ana Prada juntas. ¡Qué alegría porca Madonna!

Yusa y Ana Prada en plena misa

Las hemos visto juntas, hace algunas semanas, en Cosquín, de la mano de Teresa Parodi. Las hemos disfrutado tanto en sus discos y recitales solistas. En el Pabellón Argentina; en La Fábrica. La noticia de su encuentro nos trae los versos del viejo Daniel, donde los mapas se rompen para formar el mapa de todos. No faltarán pecados para lucir en estos días sin papa, ni melodías para apoyar la cabeza en algún hombro desconocido, ni historias para reírse bastante.

Habrá dos misas. Una el viernes; otra el sábado. ¿Cuánto hace que no vamos a misa? Bueno, será la oportunidad de muchos para renovar la fe. Las hermanas de la congregación de crema y chocolate rezarán el rosario. No sabemos si somos dignos, pero un par de horas de música bastarán para sanarnos.