» Ana Prada vs Pata Kramer en vivo redaccion 351

Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com

Imaginate Montevideo, ahí por la Ciudad Vieja, hace unos 15, 16 años. Vas caminando por Buenos Aires, por Mitre o Sarandí. Es una noche de primavera, o de otoño, de esas en que no hace frío ni calor. Una alfombrita de luna deshilachándose sobre el río-mar, desde allá lejos, casi donde titilan las luces de un barco, hasta las boyas vecinas de la escollera. Algunas cuadras barrio adentro, un bar con ventanales que dejan ver, desde la vereda angosta, a dos mujeres cantando.

Copas de vino -más bien vasos- unas cuántas mesas muertas de amor y de risa y una música jugando a pasear entre dos guitarras de estudiantes: una de Ana Prada, sublimando desamores en canciones lo suficientemente bellas como para terminar revoleando el título de psicóloga; otra de Pata Kramer, desmolecularizando acordes para salir corriendo de los tubos de ensayo, o más o menos.

Si las estanterías del psicoanálisis perdieron a una luminaria en potencia, hay melodías para aguantar los trapos de la vida de artista en discos como los del Cuarteto La Otra, la trílogía «Soy Sola» – «Soy Pecadora» –«Soy Otra» y los encuentros con Teresa Parodi y Queyi.

Si los peregrinos de la tabla periódica aguardaban conexión con Uruguay para sumar algún elemento vecino del kriptón o del fósforo, momento que después de «Un par de intentos» y de «Sostén», siguen apareciendo más canciones que vendría siendo hora de grabar, tal vez, quizás, por qué no.

Y mientras tanto, ¿qué hacer sino juntarse a cantar por todos lados?

Prada vs Kramer – «Lo Fácil»

Como Pata no es pariente de Dustin Hoffman y Ana menos que menos de Meryl Streep, dejaron de jugar por un rato a las películas y le pusieron un nombre duro de domar al espectáculo con el que salieron a las rutas: «Canciones Yeguas». Total, coraje y talento es lo que sobra. Pudimos comprobarlo por primera vez cuando Ana presentó «Soy Otra», hace tres años en una noche hermosa en la Sala de las Américas, que justamente abrió Pata con su tremenda voz.

Esta vez, la propuesta es diferente y viene galopando desde hace varios meses por distintos puntos a cada lado de los ríos. Entre otros puntos de la Argentina, pasó por el Litoral, por Santa Fe, Cuyo, Buenos Aires, el Sur y por aquí mismo, a principios de junio, en escenarios de Agua de oro, Argüello y Alta Gracia.

Se trata, una vez más, de compartir escenario como en los comienzos, cantando, contando historias y desparramando risas. Por lo demás, quien dice Montevideo dice Unquillo; quien dice un barcito dice un Cine Teatro Municipal; quien dice una quincena de años de andar por ahí dice un par de docenas de canciones propias y ajenas para cruzar, recordar y quedarse a vivir en la memoria de los que se lleguen.

Un último y gran detalle. La apertura del concierto estará a cargo de Laura Bértora, anfitriona de lujo.