Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com
Tiene una frase de cabecera. Algo que repite porque lo pone en acción cada día. Cosa jodida ponerle el cuerpo a las ideas todos los perdularios días.
Parar o no parar no es la cuestión. No hay dilema. No hay que parar. Que es lo mismo que decir eso que repite: «La vida es ir». Lo sostenía con parecida belleza un viejo guitarrero al que le venimos rastrillando las frases y mejor entonces un pedazo de letra de otro muchacho, bien rockero, de apellido Espina (cómo le gustaría ese apellido al viejo guitarrero, admirador del cardón), creciendo desde Crisol Sur: «La vida es la ida de un viaje que no va a volver».
Cuando no se frena más que un rato al día -más o menos a esa hora en que la vida te pone frente al espejo del baño y de la nada te pide un poco de aliento empañador para escribir «dale» ahí en el centro, chiquito- la voluntad se toma de lo que haya cerca para programar, mover los rulos, ir y venir, afinar una guitarra, mandar unos trazos al lienzo, anotar versos descolgados del tala más cercano, formar historias con las migas del mantel, pintarse un poco la cara, poner segunda en subida, soltar el embrague y ganarle a la física cortamambo de estos días.
Así la vas a ver siempre, desde siempre y para siempre. La vas a distinguir de lejos por los remolinos y sabrás jugar con la canción de Vox Dei: «Es Garba. No hay duda». Pero al revés, no habrá jaulas que aguanten.
En uno de los sentidos más hermosos de eso de andar abarcando que pueda entender y poner en acción, Garba va por todo. Justo este fin de semana la vimos en el programa de Luis Zanetti. ¿Quién mejor que ella misma para explicarlo?
Garba en Punto Córdoba Punto Ar
Hay que escuchar de nuevo eso de los artistas de la palabra convocados y lo que dijeron con sus obras. «Ellos lo dijeron por una cosa, yo lo digo por otra y el público lo recibe vaya a saber por qué». Esto mismísimo, dicho no de otra forma que así, con mayúsculas morrudas incluso, o sea ASÍ, es toda una fundamentación. O acaso toda «la» fundamentación. Y todo lo que casi seguro no inquietará jamás a quienes pasan del arte y así van por los días y las calles, insensibles, odiando al diferente. ¡Cómo les faltaría un poco de Garba!
«El cuento que habita en mí»
Hace unos días, Garba se presentó junto a Marcos Luc en el CPC de Argüello, espacio en el que desplegó también su «Noche Garba». Sobre este espectáculo, dice otra respuesta posible:
«Cortázar, María Teresa Andruetto, Iris Rivera, Graciela Bialet, Mempo Giardinelli, Juan Sasturain y otros aparecen mezclados entre la escena y la música.
¿Cuántas veces los adultos se pueden juntar a escuchar cuentos y canciones de amor, de poesía, de verdad, eróticos, ácidos… esos otros cuentos?
Como una ronda a plena noche, donde las historias habitan la fantasía, el morbo, la risa y los silencios que existen entre palabra y palabra.»
Esta semana habrá otra posibilidad de mezclarse entre el público para disfrutar de un momento irrepetible frente a una artista genial, de esas que recorren la ciudad, la provincia y el país con una combinación admirable de sensibilidad y convicción, abriendo espacios tramados de poesías, cuentos, canciones y todas esas cosas de la vida que ablandan donde tienen que ablandar y sostienen lo que hay que sostener.
Y como cada escenario es una ronda, este jueves habrá magia junto al querido Enrico Barbizi como invitado de lujo.
Todo lo que pueda sumar esta invitación se escribe ya de tu lado, con todas tus ganas convocadas para soltar despacito el embrague.
Agendá:
Garba presenta «Noche Garba».
Jueves 7 de seprtiembre – 22 horas.
Cocina de Culturas – Julio A. Roca 491.
Entrada anticipada: $100. En puerta: $120.