Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com
Todo es tan fácil de contar cuando los protagonistas se cuentan solos… Casi que no hay que preocuparse por el guión, porque no hay que decidir quiénes serán los buenos y quiénes los malos. ¡Son todos buenos! Casi alcanza con nombrar al bajo de Milton Arias, el piano de Martin Barroso, el saxo de Agustín Bartolomé y la batería de Lucas Ramírez. Línea de cuatro perfecta para sentarse con un tinto a ver cómo disfrutan de su tributo a los maestros.
Tienen una invitación tan linda que la vamos a poner:
«Una vez al mes repasamos breve y arbitrariamente la obra de alguno de los grandes compositores de jazz. El legado que nos dejaron estos santos heroinómanos en blanco y negro, la llamada al juego de los viejos niños, la invitación al vino, al subconciente y al cuerpo, lo abstracto y la carne hechos verbo…»
Una de las últimas noches
Este viernes a la noche, un invitado de lujo: Juancito Coltrane, que parece que se murió en 1967. Habrá un juego de copas para resucitarlo. Porque estos tipos lo van a resucitar y Juancito, dentro de las copas que anden por ahí, irá a la G, a la R, a la A, a la C, a la I, a la A y a la S. Tal vez le agregue una H, una D y una P, para que la línea de cuatro sienta que dignificó a semejante animalito del demonio.
La música en ciclos como estos es un Señor Bondi con paradas exquisitas que ojo que se terminan y las vamos a extrañar. Ya van por la octava. El ocho se lleva bien con el negro. El ocho de V8, de la bola 8, de los 80 y pico discos del negro Coltrane.
Cuando sean las ocho de la noche, vaya planchando una camisa negra para llegarse a Güemes.
Agendá:
Mama, I Hear Dead People. VIII episodio. John Coltrane.
Viernes 04 de Octubre – 22 horas.
Los Siete Locos – Achaval Rodriguez 371 – Güemes.
Entrada Libre, contribución voluntaria.
Reservas al 351 152 340041.
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