Por Garba.
Una mujer sobrevive a un naufragio y la mar la arroja a una isla desierta.
El clima es amable y el lugar precioso, casi un sueño de muchos: palmeras, cocos, frutas enormes, playa blanca y una cabaña abandonada en perfecto estado.
La mujer sabe adaptarse a casi todo, y posee el don del camaleón.
La suerte le deja consigo un talonario y varios lápices resistentes al agua.
Al sol de cada mañana se sienta a recordar y escribir. Marca con sus pies esquemas en la arena. Da vueltas con las hojas de un lado hacia otro agregando notas al margen y vociferando sin pudor.
Así pasa siete años, hasta que un día, por casualidad unas pescadoras la ven gesticulando desde lejos y detienen su ruta.
La mujer, corre a abrazarlas mientras bajan de la embarcación invitándolas a pasar.
Las pescadoras preguntan cómo pueden ayudarla y entonces la mujer, con una sonrisa ceremonial les pide que se sienten en los huecos que forman un semicírculo perfecto.
Es hora de comenzar por fin, la función.
Así somos, en la esperanza de que el público llegue y lleguemos juntxs al paraíso.