Astilla

Febrero 15

16-02-2023 / Astilla, Lecturas
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Por la puerta de casa pasaban, con el agua, caballos, garrafas, pedazos de casas, los puentes. Se destruyeron todos los puentes.


Febrero 15

Por Garba.

Los perros ladraban sin parar y al subir las persianas los gansos de los vecinos del otro lado del río estaban de este lado.

¿Qué hacen acá?

Al levantar la vista, el arroyito ciruja (en lo que se había convertido nuestro río), de un plumazo se hizo el Paraná.

Uno de los vecinos del otro lado estaba parado sobre la pasarela.

Recuerdo que le grité que se fuera y me dijo que no quería que le entraran a robar.

A Ulises se le ocurrió subir los electrodomésticos a la parte alta de los muebles.

Mi vecina estaba de viaje y su hijo había quedado del otro lado de la crecida del río Tello. No podía cruzar.

Ella llamaba desde Brasil preguntando qué pasaba.

Estábamos aturdidxs sin saber qué estaba empezando.

El agua se la llevó a Nilse y a su hijita.

Se lo llevó al Chiro.

Se llevó la plaza de los mimbres, el puente de la UOM que en su camino perforó la casa del herrero que se salvó gracias a la piba que atendía el almacén, que le pidió a los borrachines de la puerta que fueran a buscarlo, que estaba en cama enfermo.

Por la puerta de casa pasaban, con el agua, caballos, garrafas, pedazos de casas, los puentes.

Se destruyeron todos los puentes.

A ocho años de ese día desastroso, a pesar de los raquíticos homenajes que sostenemos poquísimas personas en sierras chicas, ya casi nadie recuerda lo que pasó.

Yo sigo tirando flores al río por el Chiro, por Nilse, por la beba, por los muertos que se llevó la crecida.

Sigo viendo los restos del otro puente al costado.

Sigo encontrando los restos de la vida que se fue ese día.

Nada ha mejorado.

La sequía nos mantiene lejos de aquel día en que desbordó el Dique La Quebrada.