Por Garba.
A usted que prefiere no enterarse, que elige el orden, aunque el orden sea callar todo reclamo.
A usted que compra souvenires del norte para ponerlos en su casa y algún tapiz.
A usted, le cuento que en Jujuy se están destruyendo todos los puentes.
Me cuenta una docente de primaria, que deben sacarse el delantal apenas salen a la calle porque sino, las camionetas blancas aparecen, les siguen y les marcan.
Nada mejor que el miedo para volvernos invisibles a plena luz del día.
A usted, que está en la calefacción más alejada de cualquier trinchera, me gustaría decirle que en Jujuy, a muchxs artistas, les han allanado las casas, les han golpeado, les han detenido a la fuerza por haber estado en las manifestaciones que intentan, casi sin aliento, frenar el avance de un estado provincial que aterroriza a su gente, una sociedad acostumbrada al patrón y sus desmanes, a la mirada blanca que mira sin ver.
Eso pasa hoy, y usted y yo seguimos nuestras cotidianas vidas sin que se nos mueva un pelo, porque no somos jujeñxs.
¿Pero sabe qué pasa? Es sólo cuestión de tiempo.
Casi todas las personas tenemos en nuestros mundos afectivos a alguien al que sí le duele, que se levanta y va, que pregunta, que insiste, que no resigna, que perturba esa realidad de foto de decoración con ruido de meditación tibetana relajada.
Y cuando llegue esta realidad a su caparazón de cariño, ya será tarde.
Notas relacionadas
