Asociación Civil Hilando las Sierras

“Creemos en el arte como herramienta para la transformación social”

31-05-2011 / Entrevistas, Política y Sociedad
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Las integrantes de la organización de las Sierras Chicas se piensan como artistas y activistas políticas que trabajan por los derechos de las mujeres. A través de intervenciones públicas pretenden visibilizar las distintas formas de violencia de género.


“Creemos en el arte como herramienta para la transformación social”

Por | mmuniz@redaccion351.com

Fotografía: Gentileza Asociación Civil Hilando las Sierras

Es un lunes nublado en Río Ceballos y el reloj marca las 15.30. No son muchos los pasos que separan la terminal de ómnibus de la Casa Azul, el centro cultural en el que se reúne el grupo Hilando las Sierras. Al tomar la calle Salta, ya se distingue la fachada celeste a unos metros. Las mujeres están sentadas en la entrada, se presentan y saludan mientras siguen intercambiando información y algunos materiales para las próximas actividades.

En un momento, advierten que no están todas las integrantes, pero igual entramos. Eligen una sala, trasladan una mesa rectangular hasta la ventana más cercana y acomodan sillas a su alrededor. Se acomodan de a poco. El grabador de Redacción 351 ya está sobre la mesa y, entonces, comienza la entrevista.

¿Cómo surgió Hilando las Sierras y por qué?

Mara: Comenzó en el 2002. Se llama Hilando las Sierras porque agrupa a gente que vive en la zona de las Sierras Chicas y que, a raíz de la crisis del 2001, se conoció en el club del trueque. Uno de los objetivos era rescatar aquellos oficios que antes eran importantes en algunos lugares. Por ejemplo, el tejido en telar. Entonces, se hicieron trabajos con mujeres en barrios de Río Ceballos.

Sofía: A partir de ese encuentro significativo que representó el club del trueque, muchos de los que se reunieron eran artesanos y gente que trabajaba desde la cultura. En tal sentido, sostenían que los saberes culturales eran importantes y que con ellos se podía construir identidad.

Después de esa experiencia y de acuerdo a la gente que fue incorporándose, el grupo fue mutando hasta hoy. Desde 2006, el trabajo de la asociación se orientó a las problemáticas en torno a los derechos de las mujeres desde la perspectiva de género.

Entonces, la labor de Hilando se realiza en dos líneas. Por un lado, a través de intervenciones artísticas callejeras o en determinados espacios públicos y, por otro, en el marco de encuentros de artistas, espacios que generamos para reflexionar en torno a la cultura y los derechos de las mujeres.

¿Cuántas personas integran la ONG?

Amalia: Ahora somos 10, aunque también están las que participan en algunas acciones y en otras, no. No obstante, hay personas que colaboran desde afuera en la propuesta de actividades. Todos aportan algo desde su visión.

¿Cómo se definirían?

Sofía: Es importante analizar cómo nos pensamos en tanto artistas y activistas políticas, ya que esa es nuestra característica. Nuestra premisa fue siempre pensar el arte y la cultura como transformadores de la realidad social. Nosotras sostenemos que el cambio no viene desde lo económico sino desde lo social. Así, desde esa perspectiva, pueden modificarse las formas de relacionarnos y  las estructuras morales que privilegian sólo a algunos.

En consecuencia, nos pensamos como artistas que llevan discusiones al espacio público e intentan interpelar a la gente o a los gobernantes sobre algunas temáticas.

Sandra: Creemos en el arte y la cultura como herramientas transformadoras, sin ponernos en un lugar de poder. Es nuestra intención multiplicar los mensajes a partir de las acciones.

A: Las intervenciones callejeras generan efectos o reacciones que, a veces, no nos gustan, pero algo remueven y eso es lo importante.

Intervención de las Hilando en Córdoba

En relación con las intervenciones públicas, ¿cómo las planifican?

Gabriela: Están siempre vinculadas a la agenda feminista.

Sandra: Esa agenda considera fechas tales como el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer o 28 de mayo, Día Internacional por la Salud de las Mujeres. En función de ella, planeamos las acciones a principio de año.

¿Trabajan en vínculo con otras ONG’s o asociaciones?

Sofía: Si, trabajamos en red con organizaciones feministas o aquellas que trabajan por los derechos de las mujeres como CISCSA (Centro de Intercambio y Servicios Cono Sur Argentina), Católicas por el Derecho a Decidir, Se.A.P (Servicio a la Acción Popular), Agrupación Juana Azurduy, Biblioteca Juana Manuela Gorriti y Movimiento de Mujeres Córdoba, entre otras.

¿Cuál es la respuesta de la gente?

A: Las acciones que hacemos en un espacio determinado generan, muchas veces, un impacto social difícil de medir, aunque lo palpamos a medida que intervenimos. Yo creo que hay varias instancias de participación. En primer lugar, estamos quienes organizamos la intervención y somos abordadas de una manera determinada. Por otro lado, están las mujeres invitadas a ser parte de esa acción y que aportan desde lo que piensan y opinan. Ellas son intervenidas de un modo distinto. Y, por último, están aquellas personas que lo ven desde afuera, las que pasan por la calle y reciben, por ejemplo, un pañuelo verde que lleva a pensar en la campaña por la legalización del aborto.

¿Cómo trabajan?

Sandra: Algunos eventos los trabajamos según la proximidad de la fecha, y en otros nos dividimos en comisiones para investigar, producir los escritos, buscar los materiales. Al ser varias, repartimos las tareas y tratamos de darle forma en los encuentros semanales de los lunes.

¿Qué proyectos están en marcha?

G: Estamos, entre otras cosas, programando una residencia en el Espacio de Memoria La Perla. A su vez, estamos preparando actividades que van a ocurrir en septiembre y en noviembre. También, estamos redactando proyectos para conseguir financiamiento.

¿Cómo se financian?

G: Actualmente, quedó dinero de un proyecto anterior financiado por organizaciones extranjeras. No obstante, para algunas actividades conseguimos materiales de empresas de Córdoba o donaciones a cargo de comercios de la zona.

¿Cuál es la participación de Hilando en la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito?

Sofía: A nivel nacional, articulamos con otras organizaciones. Este año, estuvimos en la Plenaria Nacional a partir de la cual se realizó un petitorio firmado por todas las organizaciones, instituciones universitarias y legisladores a favor del proyecto de ley. Por estos días una compañera participó, en Buenos Aires, de un taller de capacitación sobre estrategias relacionadas al derecho al aborto y en relación al uso del misoprostol.

En años anteriores, participamos de los encuentros nacionales de mujeres, en la organización de jornadas para debatir el tema y, también, en actividades relacionadas a la anticoncepción de emergencia como el uso del misoprostol.

A partir del trabajo que realizan desde hace varios años, ¿cuáles son las problemáticas actuales que, a criterio de ustedes, deben abordarse y visibilizarse de manera urgente?

M: En la última acción, la del 8 de marzo, intentamos mostrar la cantidad de mujeres que mueren en manos de sus parejas o de gente con la que está o estuvo afectivamente vinculada. En relación con esto, prima la idea de que la mujer es propiedad del hombre y, por ello, le debe obediencia. Hay estadísticas que alarman sobre la cantidad de mujeres que mueren quemadas como es el caso de Wanda Taddei, esposa Eduardo Vázquez, baterista de Callejeros.

Sandra: En 2010 murieron 12 mujeres y este año, en el mes de marzo, ya eran 17. Tomamos ese incremento para trabajar el femicidio que es, en definitiva, violencia de género. No es algo que hemos decidido de modo conciente, sino que el contexto nos llevó a abocarnos a esta problemática.

El viernes 27 realizamos una actividad en plaza San Martín en el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. A través de ella, queríamos denunciar las muertes de mujeres por abortos clandestinos.

M: O sea, que el aborto no esté legalizado es otra forma de violentar. Entonces, imoprtante que se implementen y se cumplan las leyes que ya están vigentes como la Ley Nacional de Educación Sexual Integral, la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres o el Protocolo de atención a los abortos no punibles. Por otro lado, es fundamental que se avance sobre las que faltan como la Ley sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo. Para ello, es necesario un Estado laico en el que sean prioridad el acceso a la salud, el derecho a una vida sin violencia y con libertad para decidir sobre el propio cuerpo y la sexualidad.

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