Por Rodrigo Bruera | rbruera@redaccion351.com
Foto: Gentileza La Gaceta de Tucumán
En el segundo partido del torneo, primero en condición de visitante, el equipo dirigido por el “Chaucha” Bianco no pudo ante San Martín de Tucumán. Un planteo extremadamente defensivo y sin sorpresas terminó cayendo ante otro planteo mezquino. La diferencia estuvo en que los locales aprovecharon una de las poquísimas chances de gol que tuvieron y los visitantes no lo hicieron.
El partido arrancó parejo y peleado en la mitad de cancha. El técnico Pedro Monzón decidió poner 5 defensores para jugar de local ante Talleres y el técnico José Bianco eligió dos líneas de 4 para tratar de mantener el arco en cero y atacar por los costados. Sin embargo, se vieron muy pocos intentos de juego asociado, a tal punto que Emiliano Gianunzio fue el más destacado en el primer tiempo, sin ser una gran figura.
En los primeros minutos Talleres lució ordenado pero se veían algunos errores defensivos preocupantes, al igual que en el primer partido ante Libertad. Pasaban los minutos y ninguno de los dos equipos generaba jugadas de peligro ante el arco rival. Recién a los 40 minutos los cordobeses tuvieron su primera llegada clara. Agustín Díaz pateó desde afuera del área, el arquero Diego Pave dio un rebote y Claudio Riaño no pudo convertir por culpa del arquero y el palo que desviaron el balón.
Gustavo “Ratón” Ibáñez fue de lo mejor en San Martín, que poco insinuó durante el partido. El veterano jugador corrió por todos lados, generó lo poco que hizo su equipo y molestó permanentemente a la floja defensa albiazul.
En el segundo tiempo, que no fue mucho mejor que el primero. San Martín salió con otra actitud, y mucho más después del corte de energía eléctrica que motivó una demora de casi 20 minutos. Entre las dudas de Michael Etulain, los malos despejes de Nicolás Romat y la imprecisión de Precone y Ledesma, Talleres de complicaba sólo atrás y los tucumanos querían aprovecharlo.
Estaba claro que algún cambio (principalmente de esquema táctico) debía hacer el “Chaucha”, ya que Emiliano Pérez y Agustín Díaz no cumplían bien su función por las bandas, lo que generaba que los delanteros Sáez y Riaño tuvieran casi nulo contacto con la pelota. Pero Bianco siguió apostando a su sistema conservador.
Ni los ingresos de Román Strada y Ramiro Pereyra pudieron darle juego al mediocampo de la “T”. El equipo no llegó más que con una pelota parada, en un corner, que Riaño y Pomba no pudieron empujar y el arquero Pave sacó en la línea.
Hasta que en el minuto 57, Gonzalo Oviedo desbordó por la derecha, aprovechó la inmensa pasividad del lateral Walter Ledesma que nunca salió a marcar, y metió un centro que Patricio Rodríguez mandó a la red con un cabezazo (o con un manotazo que los jueces no vieron). Talleres no tuvo reacción y lució aún más perdido hasta el final del partido. El Jardín de la República no le floreció a la “T”.
En conclusión, el equipo cordobés deberá mejorar, y mucho, para poder hacer un buen campeonato. Si bien todo recién empieza y es pronto para calificar al equipo, lo que se ha visto hasta ahora ha sido muy flojo. Sólo los primeros 20 minutos del partido ante Libertad fueron interesantes. Del resto hacia aquí ha sido de regular a malo. Bianco deberá echar mano urgentemente, ya que de lo contrario, si no encuentra resultados, ya sabemos lo que puede llegar a pasarle.
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Síntesis
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