Para las almas sensibles

Pez presentó «Rock Nacional» en Córdoba

15-06-2016 / Crónicas, En Vivo
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El sábado 11 de junio, la banda porteña explotó el Teatro Cultural Cañada con las canciones de su último trabajo. Una noche para desatornillar butacas, que inició con la presentación del trío Fútbol.


Pez presentó «Rock Nacional» en Córdoba

Crónica y fotos por Eli Kenny.

Sábados hay muchos, pero el del 11 de junio fue diferente. Los legendarios Pez espantaron la ola polar del fin de semana desde el escenario del Teatro Cultural Cañada, en el cierre de una gira que comenzó en Rosario y pasó por Santa Fé capital.

El pretexto del regreso de la gran banda a Córdoba fue la presentación en vivo de su último disco,“Rock Nacional”.

Citados a las 21 horas y apurados por cruzar el umbral del frío hacia el recinto de la calle Marcelo T. de Alvear, los seguidores fueron colmando las instalaciones, con la ansiedad del reencuentro a flor de piel y de pelos.

En el comienzo, el trío Fútbol, integrado por Santiago Douton en batería y voz; Juan Pablo Gambarini en guitarra y Federico Terranova en violín y voz, compartieron sus canciones. Sí: guitarra, batería y violín: una exquisita fusión nacida en 2003, con cuatro discos editados y un espíritu punk progresivo inquebrantable.

Una imagen de los primeros 45 minutos de la noche podría resumirse en varios hilos colgando del arco del violín. Pura fuerza.

 

Comenzando con Más música” y “Tan deprisa”, primer y segundo corte de “Rock Nacional”, lanzado este año, Pez renovó la banda de sonido del abrazo con su público cordobés, en un show impecable donde repasó su larga trayectoria, en un formato tremendo a dos baterías, con la participación de Miguel Pagliarulo.

Unidos por el universo a principios de los ‘90, los Pez siguen sorprendiendo. Con 19 discos producidos de manera independiente y más de 20 años de rock vividos en escenarios que los ven volver y se frotan las tablas, Minimal, Fósforo García, Franco Salvador y Juan Ravioli (integrante que volvió a darle formación de cuarteto al trío histórico) se han ganado un lugar entre las bandas que hay que ver, una y otra vez, antes de partir.

Cada uno de sus discos es un momento, una historia y un sonido indeleble. Perspectivas tramadas por el punk, matices de distorsión únicos, psicodelia, vaivenes de jazz y paisajes del Río de la Plata. Todo eso es Pez. Pura autenticidad.

 

La lista incluyó tema como «Todo lo que ya fue», «Lenguaje extraño», «Cráneos», «Cavernas» y «Disparado». Un recorrido por nuevas composiciones y varias incluidas en sus últimos trabajos.

“Es muy bueno para nosotros estar tocando canciones nuevas y no estar tocando las mismas de hace 23 años… Es bueno tener cosas nuevas para ofrecer, gusten o no. Muchas gracias por el crédito de acercarse a escucharlas”, expresó Ariel Minimal en una de sus primeras interacciones con el publico. La respuesta fue una ovación, antes del rescate de una gran canción: «Difícil de conseguir».

“En las diferentes notas, muchos nos preguntan a qué se debe el nombre «Rock Nacional», qué significa. Yo respondo: ‘Es el disco número 15 (de estudio), le ponés cualquier nombre después, ¿no? Es como tener 15 hijos, al primero le buscás el nombre que le gusta, después al décimo tercero le pones un nombre para acordarte… Hubo mucho debate en la banda si sacó un  tema fundacional y a la conclusión que hemos llegado es que para hablar de «Rock Nacional» tenemos que hablar de esto…” Después de esas palabras, sonaron dos clásicos de Miguel Mateos: «Atado a un sentimiento» y «Perdiendo el control». Dos himnos al estilo Pez. Una fiesta.

 

Entre otros clásicos, sonaron «Latigazo», «Para las almas sensibles» y «No te escucho bien». Una lista que sumó 24 canciones en casi dos horas, con un final emocionante desde «Los verdaderos sonidos de la libertad».

La libertad me aconsejó y acá estoy yo,
de cara al viento que está por venir
la soledad me acompañó y allá voy yo
soy el viajero que está por partir…
De todo lo que hice, de nada me arrepiento,
de todos mis errores defiendo los momentos
en que la libertad me acompañó y acá estoy yo,
de cara al viento, que está por venir.
Soy el viajero que está por partir.

Los agradecimientos y la promesa de regreso quedaron en el aire. Sabremos esperar. ¡Esperemos que no tanto!