Por Violeta Brodsky | vbrodsky@redaccion351.com
Fotos | Cande Perez
Hace ya algunos años un nuevo fenómeno comenzó a marcar tendencia en la Argentina y en el mundo: el VEGANISMO. Se trata una filosofía de vida que se abstiene del uso o consumo de productos de origen animal. Esta se centra no sólo en la alimentación sino que también implica un cambio radical de vida y hábitos cotidianos en cuanto a la salud, la religión, el ocio, con una cosmovisión sensocentrista (todos los individuos con capacidad para sentir deben ser respetados), preocupación por el medio ambiente y también la manera de vestir.
Córdoba no es ajena a este fenómeno y hace un tiempo empezó a incorporar el veganismo a su vida económica, social y cultural. Agrupaciones en contra del maltrato animal, dietéticas, restaurantes naturistas, deliveries y ferias fueron algunos de los espacios que crecieron sobre todo en los últimos 5 años impulsados por jóvenes emprendedores que profesaban esta filosofía de vida.
Para Moni Arreguy, participante activa de la agrupación Animal Soy y dueña del emprendimiento De La Pradera Comida Vegana, el veganismo determina no solo una forma de alimentación sino un posicionamiento en el mundo frente a los otros. “Implica entender que no soy ni es mi especie más que ningún otro animal, estamos en este mundo en igualdad de condiciones por ser seres sintientes y por lo tanto nadie tiene poder sobre otro. Los seres humanos al estar dotados de lenguaje perdimos parte del instinto animal que muchos argumentan a favor de sus excusas especistas y, por lo tanto, podemos decidir como seres racionales en función de las pruebas que tenemos de las atrocidades que se cometen con otros animales, no formar parte de ese grupo. El veganismo por lo tanto es, en mi vida, un posicionamiento ontológico”, asegura.
“Ser vegano consiste en ser empáticos, en respetar la vida de todos los seres sintientes y, por lo tanto, no financiar su explotación, lo que incluye el no consumo de alimentos que contengan ingredientes de origen animal, ropa que esté hecha con su piel, productos de todo tipo que hayan sido probados antes en animales y que contengan materias primas del mismo origen”, explica Sayra Francina, estudiante (a punto de recibirse) de nutrición quien asegura que se puede comer rico y sano “sin la necesidad de ser cómplices de tanto sufrimiento”.
Desde principio de año Sayra comenzó a organizar la Feria Vegan Córdoba, que se realiza una vez al mes (el 2° o 3°domingo de cada mes generalmente) y participan emprendedores de Córdoba (todos veganos) que se dedican a la comida y cosmética sin productos de origen animal.
La feria es un espacio de encuentro que tiene como objetivo difundir el veganismo así como también, y no es algo menor, apoyar a los emprendimientos que se dedican a esto, para salirse del círculo de consumo desmedido que generan los supermercados y las multinacionales. “Si bien hay productos «veganos» que se consiguen en las góndolas, la mayoría de ellos son producidos por las mismas empresas que explotan animales y creo que no es coherente ni consecuente consumirlos”, afirma Sayra.
