El 25 de octubre de 2009 Yamila Cuello desapareció. Nadie más supo de ella. Ni amigos, ni familiares. Cuatro años después, la gente se juntó en la emblemática intersección de Colón y General Paz para marchar y reclamar por su aparición con vida.
Pero la consigna fue más allá. Se sumaron las denuncias contra el gobierno actual. Los casos de narcotráfico, la persecución de los sectores marginales y de las trabajadoras sexuales, entre otros.
Entonando “yo soy Yamila” los manifestantes advertían que cualquier persona puede caer en manos de la trata de persona.
La Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar) filial córdoba, estuvieron presentes para respaldar la causa, y tratar de darle más visibilidad. Al mismo tiempo, denunciaban la situación a la que se enfrentan con la actual Ley de Trata. “a nosotras nos marcan los dedos, a nosotras nos tiran al piso. ¡A nosotras! Mezclan prostitución con trata”, revelaban las trabajadoras.
Por ellos, renunciá
“Por Yamila, por Facundo, por los desaparecidos en democracia, renunciá” exigían los convocados a la marcha, en alusión al actual gobernador, José Manuel de la Sota.
Los familiares no se fían ni del gobierno provincial, ni de la policía.