Por Diana Nicodemus | dnicodemus@redaccion351.com
Fotos: Rocío Fornero
En el marco del ciclo Mi cuerpo es mío, ¿cómo lo habito?, se desarrolló en el CCEC una charla debate que examinó la Ley contra la Trata y reflexionó acerca de cómo la regulación influye en las trabajadoras sexuales de la Provincia.
El panel tuvo como disertante a Noelia Gall, feminista pro- sexo a favor de los derechos de las mujeres trabajadoras. Comenzó su planteo a partir de la pregunta, “¿pueden las mujeres trabajadoras responder positivamente la pregunta que nuclea este evento?”
Mediante ese puntapié explicó: “ (…) en la Argentina se prohíbe la oferta laboral sexual en los avisos clasificados. Con la Ley de Trata, promulgada este año, se hace mas difícil la oferta laboral de las compañeras (…), ellas no pueden decir: ‘el cuerpo es mío y lo habito como quiero’”
La disertante hizo hincapié en lo que implica el trabajo para la mujer. “Es una forma de empoderamiento económico (…)” que hoy está prohibido y no regulado. “(…) la mujer queda hoy mas desprotegida, hasta para la trata de personas (…)”, dijo Noelia.
Por otro lado, habló de los valores que se manifiestan a partir del trabajo de la mujer en relación a la sexualidad. Explicó que el Estado y la sociedad donde vivimos son patriarcales. La postura ética imperante manifiesta una jerarquía de las relaciones heterosexuales por sobre otras formas de vivir la sexualidad y terminan cuestionando moralmente el trabajo sexual, como si éste fuera indigno.
Por otro lado, María Eugenia Aravena, integrante de AMMAR acompañó la exposición y agregó “(…) lo indigno es no tener para comer en este país (…)”. Visibilizó la situación donde se objetiviza a las trabajadoras sexuales y no se las trata como sujetos de derechos.
Su postura quedó clara. Luchan contra la trata de personas, pero argumentan que la Ley especificada no es la solución. Quieren ser reconocidas como trabajadoras sexuales, sin recibir hostigamiento policial, ni discriminación social.
“Nosotras por nosotras mismas, como cooperativas, para no tener que dejar el 50% de nuestras ganancias en las manos de un fiolo o un proxeneta, (…) ser autónomas y que se respeten nuestros derechos humanos (…)” expresó Eugenia. A esta idea unió la siguiente: “(…) por nostras mismas tenemos una escuela primaria con un proyecto educativo propio, un jardín maternal, talleres de prevención de la salud (…)”.
A partir de allí, quedó abierto el debate en relación a lo explicitado en la charla. Dejó mas interrogantes que aseveraciones. Seguirán siendo discutidas las políticas sociales y los valores que ellas determina.
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