Megacausa La Perla – Día 8

Juicio Menéndez III: el máximo represor de Córdoba presenció la audiencia desde el banquillo

6-02-2013 / Política y Sociedad
Etiquetas: , , ,

Luciano Benjamín Menéndez ya se encuentra en Córdoba para afrontar lo que resta del proceso. Continuará cumpliendo sus condenas previas bajo el régimen de prisión domiciliaria.


Juicio Menéndez III: el máximo represor de Córdoba presenció la audiencia desde el banquillo

Por | nsiadis@redaccion351.com

Fotografía: Manuel Bomheker

Como estaba previsto, en la octava jornada del juicio por la Megacausa La Perla se concluyó la lectura de las acusaciones de la causa “Barreiro” y se dio por finalizada la instancia de lectura de los autos de elevación a juicio.

En “Barreiro” se investigan secuestros, tormentos y asesinatos cometidos por el D2, en colaboración con las fuerzas militares dependientes del Batallón 141. Todos los hechos investigados fueron cometidos entre 1975 y los primeros días de marzo de 1976, es decir, antes del golpe militar del 24 de marzo de 1976.

La causa está integrada por 32 imputados y 80 víctimas, de las cuales 13 sobrevivieron, 21 fueron asesinados y el resto permanece en calidad de desparecido.

La historia de los Pujadas

Dentro de las víctimas que integran la causa “Barreiro” se encuentra la familia Pujadas, que llegó a la Argentina en 1953 escapando del régimen franquista español. Ya instalados en Córdoba, construyeron una granja avícola y durante años se dedicaron a dicha actividad.

Mariano, uno de los hijos, comenzó a militar políticamente y fue uno de los fundadores de la agrupación Montoneros. Luego de participar en la toma del destacamento militar de La Calera, fue detenido y trasladado a la cárcel de Trelew. Allí fue fusilado junto a otros presos políticos en 1972, en la llamada Masacre de Trelew.

A partir de allí, sus padres decidieron integrar una comisión de ayuda a los presos políticos. El 14 de agosto de 1975, un grupo de tareas irrumpió en la casa familiar y, luego de ser golpeados salvajemente, cinco integrantes de la familia fueron trasladados a un descampado de la ruta provincial Nº5 y fusilados en el lugar.

Luego, los cuerpos sin vida fueron arrojados a un pozo y volados con explosivos para que sus restos no fueran encontrados. La única sobreviviente fue Mirta, esposa de uno de los hijos de la familia, quien fue arrojada con vida a la fosa y resistió a las explosiones. Luego de exiliarse en España durante 3 años, Mirta regresó a la Argentina en 1978 y falleció en 1986.

Esta es una de las tantas historias que reflejan la brutalidad de los represores asesinos, y marca un antecedente de lo que posteriormente sería la implementación del plan sistemático de exterminio impuesto por el golpe cívico-militar de 1976.