Por Nicolás Siadis | nsiadis@redaccion351.com
Foto: Gentileza Biblioteca CCC
Las comparaciones no son odiosas, en la mayoría de los casos son necesarias. Necesarias para entender los procesos históricos y reflexionar sobre nuestros actos como sociedad.
Qué lejos queda aquel 29 de mayo de 1969. Las fotos y filmaciones en blanco y negro ponen de su parte para hacernos creer que pasaron siglos desde aquella Córdoba combativa, organizada y revolucionaria. Pero no, solo transcurrieron 44 años.
Qué imágenes lejanas las de aquellas columnas obreras y estudiantiles inundando las calles de nuestra ciudad. Columnas encabezadas por dirigentes comprometidos con la realidad de su tiempo. Allí marchaban Agustín Tosco y el “negro” Atilio López, allí marchaban las agrupaciones estudiantiles y el movimiento obrero organizado. Allí marchaba una Córdoba tan necesaria en nuestros tiempos.
La gesta del “Cordobazo”, aquella protesta social que sembró las calles céntricas de barricadas, de lucha y de compromiso, fue la llama que consumió al gobierno militar de Juan Carlos Onganía hasta transformarlo en cenizas.
Después vino el primer gobierno popular de Obregón Cano, luego los crímenes la Triple A y el Comando Libertadores de América. Después el golpe cívico militar de 1976, el secuestro, la desaparición, el Terrorismo de Estado y la destrucción las luchas y sueños de todos y cada uno de los cordobeses que peleaban por una sociedad más justa e igualitaria.
Luego de todo eso vino lo de ahora. La destrucción del movimiento obrero, los dirigentes gremiales millonarios que negocian sus privilegios con los empresarios, la corrupción política y social y el desprecio por el otro.
De la lucha organizada al “sálvese quien pueda”, de la Córdoba revolucionaria al conservadurismo más rancio. De la Córdoba que soñaron Tosco y Atilio López a la provincia de De la Sota.
Por todos esos motivos es imprescindible mantener viva la memoria de aquellos que dieron su vida por construir una Córdoba y un país mejor. Ojalá, en algún momento de nuestra historia, podamos retomar sus banderas para que sus luchas y sus muertes no hayan sido en vano.