Florencia Reartes | freartes@redaccion351.com
Diana Nicodemus | dnicodemus@redaccion351.com
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, se han efectuado actividades referidas a la situación actual de la problemática en Córdoba y Argentina.
El pasado lunes se llevó a cabo una charla específica que tuvo como eje la presentación de las perspectivas de distintos funcionarios representativos del área. Entre los asuntos tratados se hizo hincapié en la Ley de Salud Mental, en los procesos de desinstitucionalización y en el concepto de paciente.
Para abordarla Ley de Salud Mental, el Dr. Ricardo Pon (ex director del Hospital Neuropsiquiátrico) hizo un recorrido sobre la historia de la locura desde los griegos.
Por su lado, el doctor Facundo Correa (médico psiquiatra del Sanatorio Morra) habló de los aspectos médicos. Marcó la importancia del abordaje multidisciplinario en el que se delimita el rol de cada uno de los profesionales (en el marco de la ley). Desde su punto de vista, el desafío es poder plantearse roles para cada uno de forma que todos cumplan con sus tareas.
Seguidamente, el Magister Pablo Rivarola (director de estrategias de intervención y medidas alternativas de la SENAF) basó toda su exposición en la relación de la delincuencia juvenil con la salud mental. Habló del uso abusivo de drogas relacionado con los trastornos mentales y se refirió a la necesidad de la creación de centros de asistencias propios, no de centros cerrados (como las penitenciarías).
En relación a nuestra ciudad, explicó que en los jóvenes de Córdoba en los que se había detectado trastornos mentales, la reincidencia había sido del 100%. Finalmente, hizo hincapié en la necesidad de entender a los sujetos no como seres inadaptados, sino como seres que se han adaptado a los medios y espacios incorrectos.
A continuación fue el turno del Dr. Raimundo Muscellini (médico psiquiatra forense del Poder Judicial), quien forma parte de ACAPEF, una asociación que se dedica a trabajar con personas con esquizofrenia. Muscellini reveló la utilización que los medios de comunicación hacen estos de palabras relacionadas con dicha trastorno.
Uno de los ejemplos que brindó fue una frase del presidente uruguayo José Mujica, quien dijo: “Uruguay es un país medio esquizofrénico”. Otra muestra incorporada fue un titular de La Voz del Interior que rezaba: «Los psicópatas del siglo XXI». El médico relacionó estos datos con la forma en que se han naturalizado ciertos términos que en realidad representan patologías.
Muscellini dio cifras y explicó que la psicosis aqueja al 1% de la población mundial, mientras que la afección del trastorno bipolar asciende al 3 o 4%. Además, manifestó que la depresión será en un futuro uno de los máximos problemas de discapacidad. Por otra parte, reconoció que es importante trabajar sobre la detección precoz de determinadas patologías para no tener que llegar a la rehabilitación. En este sentido, afirmó que es fundamental el trabajo interdisciplinario.
El último en hablar fue Osvaldo Navarro (Director de Salud Mental de Córdoba). El funcionario comentó el recorrido histórico por el que se atravesó hasta llegar a la nueva ley de salud mental. Explicó que en 1983 se delinearon los principios y se definieron los conceptos desde otra mirada, pensando fundamentalmente en la desmanicomialización.
Finalmente, expuso que en la Argentina la normativa está vigente desde el 2 de diciembre de 2010. Dicha reglamentación reconoce a la salud mental como un proceso determinado por componentes históricos, socioeconómicos, culturales, biológicos y psicológicos.
Cabe destacar que los debates y aportes para una nueva perspectiva comprenden a la salud mental como un derecho humano para las personas, tanto a nivel nacional como internacional. De esta manera, se consideró un paso importante la propuesta de desmanicomialización y la inserción de un equipo especifico en los policlínicos.
En la actualidad, según el artículo 27 de la Ley 26.657, queda prohibido la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátricos o instituciones de internación polivalentes, ya sean públicos o privados. A su vez, las autoridades gubernamentales y funcionarios de la salud pública han comenzado a cerrar los hospitales específicos. Sin embargo, todavía siguen existiendo falencias en torno a la aplicación de la ley.
Al momento, resta establecer, por un lado, cuál será el futuro de las instalaciones y, por el otro, cuáles serán los acompañamientos que recibirán los pacientes que ya no vivan hospitalizados y que no tengan familiares que los puedan acoger.
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