Nuevo disco

Raly Barrionuevo presenta «Rodar»

9-11-2012 / Agenda, Reseñas
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Este jueves 8 y viernes 9 de noviembre, a las 21.30hs en la Sala de las Américas, el músico presenta su último gran trabajo. Anticipadas en Edén.


Raly Barrionuevo presenta «Rodar»

Por | redaccion351@gmail.com

Venían del Norte. Una semana de vacaciones los había paseado por caminos de selva y montañas de todas las siluetas y matices. Lejos del mar, de las playas consabidas, el Norte. Luisito, la Quiquina y el Titino, por primera vez en el Norte.

Los discos del Raly acompañaban curvas y contracurvas. Los valles Calchaquíes con Ey Paisano; las ruinas de los Quilmes con Población Milagro, los viñedos de Cafayate con Circo Criollo; los caprichos del paisaje camino a Salta con Noticias de mi alma; la Selva de las Yungas con Radio AM, la Quebrada de Humahuaca con Paisano Vivo; la Puna,  Principio del final. Cada trayecto, un disco. 

El regreso a Córdoba bajó desde Tucumán con La Juntada. Un cartel convenció a los paseanderos. La música de las vacaciones pedía pasar por Frías. 

El mástil de la entrada al pueblo mereció un par de fotografías.

-Che entremos ¿no? Tengo sed yo…
-Mirá la plaza qué linda, es lindo che.
-Allá en la esquina hay una despensa, yo me bajo.
– Yo también.
-¡Yo también! -gritó el Titino, desperezándose. ¿Dónde estamos?
– En Frías Titino. ¡De acá es el Raly!
-¡Y vayamos a ver dónde vive!
-¡Sí! ¡Sí! Dale, le preguntemos al señor de la despensa…

-Buenas tardes, una Mirinda por favor.
-Disculpe maestro, una pregunta. ¿Por las dudas sabe para dónde queda la casa del Raly Barrionuevo? 
-Mire, justo por esta calle derecho, son como cinco o seis cuadras, va a ver que se termina el pavimento, siga un poco más, a mano derecha. Creo que anda por acá. Me parece que lo vi pasar en el Jeep.
-¡Gracias maestro! Que ande bien.

-Pasá despacito a ver…
-¡Ahí debe ser! ¿Ese no es el Jeep?
-¡Debe ser! Parece la casa de la Tía Gladis.
-¡¡¡Raaaalyyyy!!!
-¡Shhhhhhh! ¡No Titino! 
-Mirá si sale…
-¡Ahí salió! ¡Ahí salió! ¡Nos bajemos a saludarlo! ¡Dale dale!
-¡No no, vamos vamos! ¡El loco debe estar descansando y nosotros le venimos a romper las pelotas!
-¡Pero si salió! ¡Pará! ¡Frená! ¡Nos bajamos, lo saludamos y nos vamos!
– !No Quiquina! Vamos vamos…
-¡Volvete papi que yo lo quiero saludar! 
-No Titino, ya está, ya lo vimos. No sabíamos que estaba, pasamos a conocer la casa y encima lo vimos! ¡Ya está!
-¡Sos cagón Luisito eh! Nos sacábamos una fotito y listo. Le podríamos haber dicho que estuvimos escuchando los discos durante todas las vacaciones…

Mirá uno de los videos del último disco «El sol parece lluvia»

La historieta minúscula de Luisito, la Quiquina y el Titino, es una de tantas que crecen en las banquinas de los caminos tramados por la música del Raly.

Raly presenta disco nuevo: «Rodar»

Hay un disco nuevo. El séptimo de estudio. La primera pasada ya convence. Hay músicas de distintas partes del continente que se visitan desde lejos y se quedan charlando; hay músicos invitados que empujan aún más los horizontes de la obra; hay una voz que viene emocionando parejo a cédulas de identidad, documentos únicos, pasaportes, libretas cívicas y de enrolamiento.  

Todo muy lindo. Ahora, cuando el tipo le pone «Rodar» a este, su último disco, y habla de «un simple puñado de canciones viajeras que pujaban por salir», las preguntas de rutina empiezan a calesitear sobre cómo surgió y qué significa para él y cómo se hizo y dónde se grabó y qué representa… Genial.  Desde este paraje virtual inhóspito, con el permiso de nadie, le apuntamos a lo que «Rodar» ya es o será, con el tiempo, para nosotros.

Con «Rodar» relucen los parabrisas de Luisitos, Quiquinas y Titinos de todos los paisajes y tonadas. Con la primera canción, aparecen autitos que se empujan solos y arrancan en segunda, para perderse en algún caminito de las sierras, por ejemplo. 

Eso es «Rodar», a lo mejor.  Un caminito noble de las sierras. De esos que se toman de repente, saliéndose del asfalto, con la voluntad de descubrir postales nuevas a flor de piel, con la ventanilla baja y los pelitos del antebrazo al viento.

Casi siempre, los caminitos empiezan dibujando firuletes encantadores, entre cuestas, mates amargos y flores silvestres, y terminan devolviendo los autitos al asfalto. Y ahí regresan, contentos, con las imágenes nuevas guardadas en el disco duro del parabrisas. 

Pero también, como un paseo tracción a sangre, tras una melodía (perdón, es un segundo: dale Gustavo, despertate loco, en serio dale… No no, no es una pavadita de esta nota, en serio, ¡despertate carajo!), «Rodar» es la bicicleta de la infancia, con las cucharitas de helado en los rayos y las calcos del club de los amores en el cuadro, pero también la de los BiciUrbanos,  pero además la de los estudiantes, canillitas, albañiles, carteros y afiladores. Con o sin cambios. Con o sin dinamo. Silbando siempre alguna cosa, saludando a la vecina. ¡Buen día Doña! 

Raly en Córdoba

Este jueves y viernes, «Rodar» estaciona en la Sala de las Américas. Hay Luisitos, Quiquinas y Titinos para tirar para arriba, esperando subirse a dar una vuelta. Después, pedaleando con viento a favor constante y sin contar los kilómetros, la nueva música del Raly sabrá qué hacer con los corazones y las distancias.