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Milton Arias presenta «50. El Caldero»

2-05-2019 / Agenda, Reseñas
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Este viernes 3 de mayo a las 22 horas en el Centro Cultural Graciela Carena, el músico presenta su tercer disco de composiciones propias, editado en 2018, junto a notables músicos. Compartimos la invitación.


Milton Arias presenta «50. El Caldero»

Por | redaccion351@gmail.com

Un tiempo largo de no verlo en su hábitat natural, ahí por esos rincones de Córdoba donde el Jazz encuentra cabelleras venerables y jóvenes incendiarios. 

Hay músicas que llevan a releer, y relecturas que devuelven emociones. Un álbum anterior al que nos convoca fue presentado hace pocos años años. La referencia al I Ching podría jugar por un momento a las escondidas y permitir, entre  carambolas y regresiones, soltar sonrisas antes que desacomodarse de bronca y amargura. 

Señas: Año 2014. Un país repleto de gente con algunas cuestiones más o menos resueltas. Un espacio en plenitud para la cultura de Córdoba: Cocina de Culturas. Un mundial: Brasil, con Argentina en la gran final. Un disco genial: «64. Antes del Fin». Un dibujo en la tapa: orejas de gato. No es joda. O sí.

Año 2018: Un país replet… Un espac… Un mund…

Bueno, tiene que haber algo que resista hasta la última letra: un nuevo disco genial: «50. El Caldero». Un dibujo en la tapa del disco: eso, un caldero. De lo más parecido a una olla popular. No es joda. Menos que menos. 

Milton Arias. Tres discos. Dos con títulos correteando entre hexagramas. Dos músicas para dos países. Un título para el tema de apertura del último y un primer instrumento, acaso irreemplazable. Sólo hay que leer y escuchar.

Milton Arias – «Compañeros»

Compañeres del bajo compositor de Arias: una guitarra de Fabricio Amaya, un saxo tenor de Ismael Avecilla, un piano de Martín Barroso, una trompeta de Renato Borghi, una batería de Luciano Cuviello, unos tambores y demás enseres de Lucas Ramírez.

El recuerdo de una tarde de domingo en un quincho de San Antonio, donde, de la nada, un árbol comenzó a humear desde las raíces hasta que las llamas sugirieron una llamada a los bomberos, se agita bajo la calma del segundo tema.

Milton Arias – «Árbol en llamas»

Luego, una música para nombrar cosas que importan. Como nunca, importan los títulos. 

Milton Arias – «Tupac Milagro»

¿Unas preguntas o escuchar y compartir? Una vuelta a la charla sobre Poldoro, Quirquincho, y el Gordo José, para saber de dónde venimos, seguir el paseo del bajo y la guitarra, y entrever soles de nuevos días después de «Compañera».

Milton Arias – «Compañera»

Las cosas tienen movimiento y la música también, porque toda la vida tiene música, hoy, ahora y siempre. Entonces, la tormenta después de la calma. Y la calma después de la tormenta. Y otra vez la tormenta. 

Milton Arias – «Serpiente Gigante Negra»

Los pases de solos como mordidas venenosas, las carcajadas que se adivinan en el final, las imágenes del pasado reciente, con toda esta gente desenroscando locuras en rincones de la ciudad, acompañándose las alegrías y las carencias, desafiando la gravedad cuando todo tira para abajo, con las pantorrillas ardidas de tanto empujar los días porque resulta, otra vez, que importa clavar nombres de los temas al ángulo.

Milton Arias – «El Otro»

Un laberinto de dudas de casi un año sobre si presentar o no el disco. Un caldero de patadas al espíritu en tono de «Si no lo presentás te ganaron las orejas de gato.»

¿Habrá quienes quieran escuchar todo esto en vivo? ¿Habrá quienes quieran sentir cómo la música de El Caldero, desde el legüero del comienzo hasta el solo de batería y el aplauso final de «Marcha», sigue ensanchando el escenario del Graciela Carena? Más patadas como respuestas.

Una lista de nombres para los ensayos y el concierto de este viernes: Ismael Avecilla en saxo, Martín Barroso en piano, Matías Danglada en guitarra, Mariana Poblete en voz y flauta, Lucas Ramírez y Julián Zanetti en batería.

Una invitación

Cocinar el alimento es transformar la materia para nutrir los cuerpos.
Para crecer espiritualmente, es necesario otro fuego transformador.
Es necesario el calor de la conciencia colectiva, histórica.
En el tiempo de El caldero, todo cambia.
Se ablanda lo duro por el fuego y por el agua.
Su sustancia es de tierra común y humilde.
Y humilde y vulgar es la madera que produce luz abrasadora y abrazadora.
En el tiempo de El Caldero se ofrenda lo más preciado como seña de gratitud.
Es tiempo de soplar la llama, y que arda lo que tenga que arder,
que permanezca lo que deba permanecer, y que se transforme todo en algo mejor.

Un consejo: lleve las orejas de escuchar bellezas peludas, las manos de aplaudir fuerte y los brazos de abrazar más fuerte.

Agendá:

Milton Arias presenta «50. El Caldero».

Viernes 3 de mayo – 22 horas.

Centro Cultural Graciela Carena – Alvear 157.

Entrada anticipada: $150 – En puerta: $200 – Entrada + disco: $300.