Por Dévora Quinteros.
Espejarse es una acción milenaria. Nos reflejamos en otres. Hacemos de reflejo.
Dependen las ganas, siempre las ganas de ver todo lo que no se toca.
Dice una leyenda serrana que los ríos de estos valles no reflejan lo externo, que nuestros pueblos no conocieron su rostro en estas aguas, sino su comportamiento.
¿Qué vemos cuando vamos al río? ¿Qué hacemos de él, para él, con él?
El grandísimo Juan L. Ortiz nos traslada su casi angustia:
Fui al río, y lo sentía
cerca de mí, enfrente de mí.
Las ramas tenían voces
que no llegaban hasta mí.
La corriente decía
cosas que no entendía.
Me angustiaba casi.
Quería comprenderlo…
Sentir que perdió su conexión, el no poder conversar con lo que lo rodea, pero la cosa cambia cuando se sumerge:
Me atravesaba un río, me atravesaba un río.
Nos marearon por siglos vendiendo espejitos de colores pero el llamado es poderoso y nos convoca al retorno. La grosa Selva Almada en su libro “El viento que arrasa” nos florece el alma escribiendo: “El monte como una gran entidad bullente de vida. Un hombre podía aprender todo lo necesario solamente observando la naturaleza. Ahí, en el monte, estaba todo escribiéndose continuamente como en un libro de inagotable sabiduría”.
Este sábado 30 a las 10 de la mañana, el equipo de la ONG Adarsa, ubicada en San Antonio de Arredondo, escribe como Ortiz, como Almada y canta “Vamos al río” como Cucus.
Nos invitan así a caminar hacia la cultura ambiental, a mantener en condiciones nuestro bello espacio, a llevar el mate, a arremangarse.
Para muchas personas el Río San Antonio es un descanso, y un descenso de velocidad.
Esta actividad, entre otras, propone Adarsa desde su fundación en 1998.
Les propongo pasar por sus redes, megustear todo y este sábado acercarse al Valle.
Agendá:
Jornada de limpieza de la costanera del Río San Antonio.
Sábado 30 de septiembre – 10 horas.
Sede de Adarsa. Av Héroes de Malvinas esquina Río San Antonio – San Antonio de Arredondo.
Llevar guantes, bolsas y mate.
