Astilla

Un cielo

18-01-2024 / Astilla, Lecturas
Etiquetas: ,

Donde cada quien tenga a su gente querida, a sus patios, a sus tías, a sus almohadones de besos.


Un cielo

Por Garba.

A mí me gustaría que exista un cielo.

Que allí me estén esperando mi abuela, mi padre, Sancho, Lobo, la Pichi Pichi.

Mi abuelo Juan, al que no conocí, con el que siempre soñé en el blanco y negro de las fotos.

Mi tía Estela, mi abuelo Chicho y su patio de palangana y juguetes de madera, la tía René riéndose fuerte, la tía Delia, sus cuidados, la tía Nely con sus ojos claros.

Que Veronike ya tenga decorada la casa como ella sabía hacer: todo bonito con un chasquido.

Que mi tía Marta y mi primo Diego me sorprendan abrazándome y con él juguemos a las estatuas, como el espejo que éramos de niñxs.

Y tener más tiempo.

Que se me aparezca la Anuna, igual de india, igual de endemoniada.

Y el Rodo pinte mariconadas preciosas por todos lados.

Que el Negro, en todos estos años que me lleva de ventaja, haya sabido gestionar una guitarra para nuestros fogones.

Que nunca haga
ni demasiado frío,
ni demasiado calor.

Me gustaría, la verdad.

Quizás la gente que está convencida de que sucede de ese modo, tiene en el final una esperanza que acá no tuvo.

No lo sé.
Falta mucho para eso.
Pero qué lindo sería.

Al llegar, cada quien se arma su nube de amor y se vuelve un lindo limbo.

Que Pocha me haga mate cocido cordobés y que José sonría mientras miramos pasar el tren de carga.

Que no existan las malas noticias.

Y que cuando el señor Lin me invite a tomar té, le entienda todo y me entienda clarito.

Shié shié.

Gran parte de todo lo que ansío encontrar ya estuvo en mi vida.

¿Será que el cielo sea volver al inicio pero sabiendo?