Películas para abarajar antes de cagar fuego

Irreversible

13-09-2016 / Lecturas, Películas para abarajar antes de cagar fuego
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Iniciamos un nuevo espacio destinado a recomendar cine de cualquier tiempo y lugar. Como «Películas para ver antes de morir» arroja unos 20.400 resultados en Google, el decoro nos sugirió algunas variantes. En la primera entrega, un título para valientes.


Irreversible

Por Juan Fragueiro.

Antes que nada me siento frente al Pequeño Larousse Ilustrado…

A, abarajar: coger, asir, detener, parar, mezclar. Partamos de que eso de “sentarme frente a” es una confesión meramente simbólica, porque la consulta ha sido más bien pedestre: sinónimos del Microsoft Word. Da lo mismo. Tomo la primera definición. Entonces: cine-coger.

Veamos. Antes de cagar fuego, literalmente, es obligatorio sine die visionar alguno de estos títulos: «Irreversible», «Mullholand Drive» o «El Camino de los Sueños», «Match Point», «El Cocinero, el ladrón, su mujer y su amante», «Carne Trémula», «Crimen y Lujuria», «Escrito en el cuerpo». Y detengo la exculpación fílmica para permitir la onírica subjetividad de los feos.

Cada título mencionado tiene eso que los cinéfilos llaman “valor agregado”, porque no es un listado de pornofilms; es casi un catálogo necesario, porque si cagamos fuego antes… la vida no ha valido nada. Esta semana, «una difícil».

Irreversible

Dirección: Gaspar Noé. Francia. 2002. 97 minutos. El estilo de filmación, la cantidad de planos secuencias y otras estigmatizaciones que el buen cine soporta estoicamente, no son motivo de esta semiplenacrónica. La película va de atrás pa’ delante, del fin al principio. Lo que primero se ve es el fin. Esto logra que la violencia extrema se diluya de a poquitamente hasta llegar a un plácido final, que es el inicio mismo de la historia, con Mónica Bellucci acostada en el pastito de una plaza y una cámara revoloteando al son de alguna obrita de Beethoven. Para llegar a esta instancia, atravesamos pasajes de violencia descarnada, una violación en tiempo real que dura 16 minutos, un matafuegos que revienta narices en medio de la oscuridad y algunos escarceos amorosos en un trío de amigos que nos hace suponer que va a pasar algo raro entre ellos, pero al final…

Para algunos, las películas de Gaspar Noé son repulsivas; para otros innecesarias; pero para otros menos, son sublimes quebrantos de límites morales y hasta de una suave violencia social. ¿Qué cuenta Noé o qué quiere contar? Si lo supiéramos, seguramente seríamos jornalistas de Le Monde Diplomatique. En lo personal, he visto cada una de sus obras al menos cinco veces, descubriendo en cada una de ellas algún detalle que contiene más que erotismo, lo que las trasciende más allá de la descarnadura. El sexo presente en modo archidemoledor, la fractura de los vínculos como una manera sombría de relatar la convivencia de estos tiempos. Cuando Mónica Bellucci decide cruzar a la madrugada ese túnel oscuro e hirviente, cual si se tratara de una moderna Afrodita en pie de guerra, decide ponernos a prueba.

Está en la red, disponible en esos sitios donde es posible ver una película después de saltar avisos y demás incomodidades.

Irreversible – Avance

 

Esta es una de las películas que debemos abarajar antes de cagar fuego. Después, el mundo volverá a su estado anodino, o mil veces más despiadado que Gaspar Noé, pero invisible a nuestras naderías cotidianas.