MÚSICA EN CÓRDOBA

SYNESTHESIA: una nueva mirada sobre el metal

15-05-2014 / Entrevistas
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Synesthesia es una banda que promete dentro del under cordobés. Posee una trayectoria que no es para desmerecer y un grupo importante de seguidores. Te contamos un poco de su historia, sus expectativas y sus proyectos.


SYNESTHESIA: una nueva mirada sobre el metal

Por: Lucia Arguello

Fotos: Gi Peralta

De lejos, cualquiera diría que son “una banda metalera más”, de las tantas que han surgido en Córdoba en estos últimos años. Pero pronto queda claro que no es así. Synesthesia es una banda con cinco años de trayectoria en el  metal cordobés, un CD grabado (más uno nuevo en camino que saldrá en junio) y tres presentaciones en el Cosquín Rock. Un grupo que busca diferenciarse del estereotipo de “los chicos malos” y consolidar una identidad propia.

El ensayo empieza a las 16:00, pero siempre está esa media hora de tolerancia que es como la vida. Mientras tanto, charlamos con Diego “Pichi” Peralta (cantante) y Fernando Molina (guitarrista).

¿Se acuerdan cómo fue esa primera reunión de la banda hace cinco años?

FM – Nos juntamos los cuatro (en ese momento éramos cuatro) en el centro y charlamos un poco de los estilos que nos gustaban, los tiempos, del lugar que disponíamos para ensayar. Vimos algunos covers para empezar en el primer ensayo, que en el momento de ensayar salieron reeeee mal, así que empezamos a componer directamente cosas nuestras y en el primer ensayo salieron las dos primeras canciones. Yo ni siquiera sabía tocar, era un audaz con una guitarra y mucha pasión por la música.

¿Cómo fue la experiencia de grabar su primer CD?

DP – Y… A todos nos cayó de una forma diferente, algunos teníamos experiencias anteriores de haber grabado y otros no… Pero esto era diferente, era algo mucho más producido.

FM – La verdad que estábamos muy contentos, llenos de orgullo. ¡Era nuestro primer registro musical! Además aprendimos muchas cosas en el proceso, y el EP (extended play) terminado nos ayudó a difundir. Se te abren más puertas cuando tenés algo grabado en estudio.

¿Qué buscan transmitir con sus canciones?

FM – Al principio no teníamos un mensaje en nuestras canciones, básicamente hacíamos lo que nos salía. Cuando empezamos a ver que había un grupo de gente que nos seguía, empezamos a tomar conciencia de que teníamos una «responsabilidad social» por así decirlo. Entonces decidimos dar un mensaje positivo, rescatar lo bueno de la vida, las emociones y las enseñanzas de cada cosa que nos toca vivir. Antes siempre nos sacábamos fotos haciéndonos los malos, y nuestras letras no hablan de cosas malas. No somos los «chicos malos». Es impagable cuando alguien viene y te dice que le gusta una canción porque se siente identificado, o porque puede canalizar algunos sentimientos, o simplemente porque le llega al corazón. Creo que ese es el mejor feedback que te puede dar la música: saber que estás expresando lo que sentís y que a otros les llega. Debe ser esa una de las mejores sensaciones del mundo.

¿Cómo fue la experiencia de tocar en el Cosquín Rock?

DP – La primera vez fue como algo demasiado sorprendente. El entorno era impactante, ver la organización, compartir charlas con músicos consagrados que admiramos mucho. Es una de las experiencias más grandes que tuvimos hasta ahora, no todas las bandas tienen la oportunidad de tocar tres veces en Cosquín con cinco años de carrera.

FM – La verdad que es muy lindo, es uno de los festivales más importantes del país y aparte estás compartiendo escenario con bandas grosísimas del país y del exterior. De todos modos, lo más grato de todo es saber que contamos con el apoyo y el cariño de tantas personas, porque si no fuera por todos ellos, nada hubiera sido posible.

¿Qué nos pueden contar de su nuevo CD “Entre partes”?

FM – Es un disco más maduro, está trabajado de una forma más profesional que el primero, fuimos aprendiendo muchas cosas y hay errores que no volvimos a cometer. Además tiene muchos estilos, como para todos los gustos.

DP – Es un disco que tiene mucho para decir y en el que trabajamos desde el corazón. Yo lo tomo como un disco muy espiritual y profundo. Espero que aquel que lo escuche y lea las letras, sea capaz de levantarse de cada caída. Esa es la idea de usar la música como instrumento de expresión. La verdad que son cinco años de experiencia y conocimientos, de buenos y malos momentos, de existir en la música y de permanecer por amor a ella. ¡Hoy lo estamos disfrutando más que nunca!