Foto: Julio César Audisio.
1 Un par de temas hechos con no más de tres acordes, que te parezcan una hermosura.
“Taming the tiger” de Joni Mitchell, cualquier groove de Prince de un solo tono te diría, o cualquier mapa de mil en manos de Brad Mehldau o Keith Jarret sin importar el tema. Después de todo, los tres o mil acordes no son tales sino una hamaca de tensiones y distensiones.
2 Un par de discos físicos que salvarías de un incendio porque esos discos son tu vida.
Todos los que tengo. Seguro agarro primero los propios y los que me involucran de alguna manera, porque ha sido ardua tarea hacerlos realidad. Luego los de Tania Maria que compré dos veces, los de Egberto Gismonti, “Corea Hancock a dos pianos” (disco que descubrí a los 7 años de manos de un pianista que tocaba con mi viejo). De todas formas, a mi regreso de Venezuela donde viví más de 6 años en los ’90 me robaron toda mi discografía antes del vuelo, y era soñada. Quiero decir, tuve que acostumbrarme a no tenerlos más y de a poco volver a juntar, lo que hoy significa que ya no tengo una vida aferrada a nada material, aunque el disco objeto es mi debilidad.
3 Una canción o disco o cantante que te hace lagrimear cada vez que suena.
Perdón que esté insistente pero hoy Brad Mehldau ocupa una de esas butacas. Djaván, Sting, Spinetta, Joni Mitchell, Stampone, Saluzzi… Soy bastante llorón en ese sentido. Y viste cómo es… Algunas veces tiene que ver con la obra en sí y otras veces con el momento de la vida en que se incrustan.
4 Una canción ajena, o dos o las que quieras, que te hubiera gustado componer.
“Resignation” de Mehldau; “Secret Story» de Pat Metheny, un disco de otro planeta en un momento especial; cualquiera o todas las zambas del Cuchi Leguizamón; muchas de Djaván. No soy compositor, eso hace que admire inmensamente a quienes pueden condensar un cúmulo de emociones en una obra artística escrita, pautada, algo que el mundo de la improvisación siempre me arrebata en su juego libertino.
5 Una versión de algún clásico que te parece definitiva, porque no habrá quien la mejore.
A su medida, todo lo de Piazzolla; Wonder; mucho de Djaván; “I Can’t Make You Love Me” de Bonnie Raitt. Hay una versión de Prince muy tremenda pero no es la de Bonnie Raitt. Digo, si Prince no supera una versión es porque ya está.
6 Una canción tuya o versión de canción ajena que interpretes, que te gusta mucho cantar o tocar, tal vez más que otras, porque sentís que está muy bien la música, la letra o las dos cosas.
¡Qué difícil! ¡Me he preguntado esto tantas veces! Disfruto mucho de todo lo que hago, incluso siendo el repertorio muy disímil de proyecto en proyecto, lo que hace que todos los días me sorprenda de esa misma sensación. Para no ser mala gente, vamos a decir que la versión de “Sombra” de Kiri Escobar (Perú) que hacemos con Julieta Ghibaudo podría ser la medalla del día de hoy; también la versión de “Vida siempre” de Spinetta que hacemos con el trío junto a Fede Seimandi y Pablo González, aunque viejita ya, siempre me emociona. Otra es la versión de «Ludmila» también de Spinetta versionda por del dúo de pianos Nager & Tolosa.
7 Un disco o canción que te lleve directo a la infancia.
«Corea Hancock a dos pianos»; todo lo de María Elena Walsh; «Clics Modernos» de García, aunque ya no era tan infante para ese entonces.
8 Una canción ideal para escuchar a la mañana.
«The Köln Concert» de Keith Jarret si estás introspectivo, o “Please don’t stop” de Richard Bona mientras preparás un café, o algo de Hiromi Uehara podría ser, así desempolvás el día con frenetismo.
9 Una canción ideal para dejar sonar en un atardecer.
En nuestra casa de Villa Giardino, inmersos en el mundo verde, he aprendido a disfrutar del silencio absoluto a esa hora. Sólo ver el sol morir su día en la montaña… ¡Y suena tan bien! La mejor canción de hoy es una que cante mi hija Joaquina, ¡y a cualquier hora!
10 Una canción ideal para una noche larga.
¡Oh! Una noche larga tiene tantas posibilidades que dependería de el plan… Desde «Slaves Mass» de Hermeto Pascoal o «On & On» de Erika Badú a «You Must Believe In Spring» y todo el álbum de Bill Evans, pasando por cualquiera de «Earth Wind & Fire» por ejemplo.
11 Un verso o estrofa de canción ajena que siempre cantaste mal hasta que un día descubriste qué decía esa parte de la letra, aunque te den ganas de seguir cantándola como siempre la cantaste.
Jaja… Por suerte un día descubrí que es algo más común de lo que uno cree. De hecho… ¿Te pasó? Una confesión: la música, los arreglos, las tímbricas, el mapa estelar de las emociones en un discurso musical me atrapa tanto que muchas veces no sé lo que dice la letra, o termina siendo lo último a lo que presto atención. No sé si está bien o mal, pero es lo que hay. «Nos siguen pegando abajo» de Charly fue una de tantas.
12 Una vieja canción que volviste a escuchar o escuchaste por primera vez, y algún verso o melodía se parece a otro de alguna canción tuya o apropiada en tu interpretación, lo cual te puso feliz.
La verdad no me pasó. Sí en el plano de las sonoridades, los grooves rítmicos, los estilos y hasta las influencias de ciertos músicos que admirás o tenés más de tu lado, que en alguna medida se vuelve inevitable a veces. Aunque plagiara al más grosso del planeta, seguramente me sentiría feo. Soy un defensor absoluto de la sinceridad en todas las cosas.
13 Dos canciones ajenas muy parecidas que descubriste, porque cuando escuchaste una, te recordó la letra o la música de otra.
No se me viene una en concreto a la mente, seguro hay miles. Últimamente escucho muchas canciones infantiles junto a Joaquina y ahí también hay miles de ejemplos de esto.
14 Una canción que te gusta mucho pero te cuesta un poco cantar o tocar, o mucho, porque la secuencia de acordes o tonos es tan genial como difícil.
A mí me mueven, además de los mundos armónicos, los paterns rítmicos primero, por eso siempre me atrapan músicas que tengan ese palo, lo cual se convierte a veces en un problema porque vienen de otra etnia por ejemplo, y eso es complicado. ¡En ese sentido muchísimas! Anécdota cortita: una vez hicimos en el San Martín con Náger & Tolosa piano dúo una versión de un tema búlgaro, muy difícil en la métrica, fácil en la matemática, difícil de swinguear en las vísceras… La cuestión es que salió tan feo que al siguiente concierto decidimos hacer otro que lo llamamos “Bulgarian Revenge”, ¡a nuestro modo y para limpiar el espíritu! Lo que sí, como buenos perdedores hicimos público nuestro mea culpa. Jaja.
15 Un par de discos o artistas que cuando los escuchaste por primera vez no te gustaron o no te movilizaron y el tiempo se encargó de meterlos en tu vida.
El tango y el folklore, básicamente.
16 Un disco que te gustó de entrada y después de mucho tiempo lo volviste a escuchar y te pareció más genial aún.
Son muchos y por distintas razones, por el sonido y momento histórico, la música, la producción, la estética. “Ten Summoner’s Tales” de Sting; “Ey!” de Fito Páez… Del barrio: “Estamos” de mi hermana Jenny Náger, los Toch, el Rodri Carazo… En el plano mas pianístico: “You Must Believe In Spring” de Bill Evans; “Köln Concert ó Munech / Bregenz concerts” de Keith Jarret; “Corea Hancock a dos pianos” fue un lugar muy revisitado también.
17 Un disco que hace muchísimo no escuchás y esta pregunta te lo trae a la cabeza antes que otros tantos que también hace muchísimo no escuchás.
Prince, Bonnie Raitt, siempre Jarret.
18 Un disco que siempre tenés presente y considerás injustamente olvidado o subestimado.
Esto se me mezcla con lo cotidiano de la convivencia entre el artista y el sistema, no sé… El Mono Villegas podría ser, o el talento de Dino Saluzzi en el corazón y oreja de muchos argentinos, mientras tanto la indiferencia del resto…
19 Un disco, o cassette que se arruinó de tanto escucharlo para sacarle las canciones, con tu instrumento o tu voz.
Corea Hancock a dos pianos. ¡Estaba en todos lados! Djaván, Corea y la Elektric Band, y mais.
20 Una canción tenida por superficial o demasiado simple o “comercial”, que te encanta porque tiene un verso o una secuencia de acordes que pocos entendieron y te parece una genialidad.
Arjona. ¡Nadie entiende al pobre tipo! Jaja. Hablando en serio: algunos tipos tienen el don del hit y eso es una genialidad en sí misma, más allá de los gustos. Eso está en todos los ámbitos, los comerciales y no tanto. Djaván podría ser uno que «mordió la banquina» por imposiciones del mercado en USA supongo, sin embargo siempre con la genialidad que lo caracteriza. Lo banco a muerte.
21 Un tipo de música al que podrías renovarle la posibilidad de que te guste.
Mmm… No tengo materias pendientes ahí.
22 Un tipo de música que pocos relacionarían con tu música y te apasiona.
No lo sé con exactitud. Algo de clásico podría ser.
23 Un tipo de música que te mueve a bailar casi inmediatamente o a mover alguna parte de tu cuerpo para seguirle el ritmo.
Sin dudas el candombe, la música del nordeste de Brasil, Perú y así. Sudamérica a full y la música negra fonketa.
24 Un tono o acorde o secuencia o escala o parte de canción o lo que sea que siempre sale en un ensayo.
Me mató «o acorde o secuencia o escala o parte de canción o ‘lo que sea'»! Algún groove siempre con aire rioplatense seguro, en menor. Me gustan las texturas más que los acordes con nombre. No me gustan las escalas sino las ideas, ni las notas sino cómo se relacionan, los significados, el contenido, la estética. ¡Pero para hacérmela más fácil toco todo en Do! ¡JaJa!
25 Una frase, sacada de una canción, de una poesía, de un amigo o de donde sea, que te gusta repetir porque te moviliza.
“El poder de la acción” es la frase del hoy. No viene de una cita musical, ni de un libro ni de ningún lugar galáctico de esos. Viene de experiencias de vida, del mundo interior, de paisajes del futuro, de charlas, comidas y pelis con amigos que adoro.
26 Una idea que el tiempo te devuelve una y otra vez, y ahí está, enredada en tus canciones o en tus interpretaciones.
La síntesis, estoy buscando condensar. Eso en música suena a textura para mí, y es muy ambiguo porque depende cómo lo veas, una textura es justamente las dos puntas de un mismo hilo.
27 Un instrumento infrecuente en tu vida que te gustaría aprender a tocar.
Soy bajista y batero frustrado, algo de trompetista tuve algunos años, cantar un poco es algo que me hubiera gustado hacer.. En verdad todos los instrumentos me gustan. La guitarra podría ser uno de hoy.
28 Un genio del instrumento que tocás, o alguien que con su voz te da ganas de bromear con dejar la música y dedicarte a otra cosa.
¡Ufff! ¡Miles! Eso… ¡Miles Davis! Si tocara el piano, algunos pueden ser Oscar Peterson, Bill Evans, Jarret, Mehldau, Hiromi… Pero de todas formas a veces me dedico a otra cosa y vuelvo para no quedarme con la duda. Ja.
29 Un recital, o dos, o los que quieras, a los que fuiste como público y te volaron la cabeza.
Hermeto – Gismonti – Mehldau – El ciego Larumbe con Fats Fernández cuando tenía 7 años y mi viejo me llevaba; Osvaldo Pugliese a los 7 u 8 años cuando tuve la suerte de que me invitara a compartir con él, ¡tremendooo! ¡Digamos que estoy inmunizado para siempre!
30 Un recital al que caíste por casualidad y descubriste a alguien o a una banda que te pareció una maravilla.
En un teatrino abierto de verano europeo, Festival de Jazz en Toscana, Italia, descubrí a un grupo llamo “Steveland” y su cantante “Carla Telinni”, una banda dedicada a recrear música de Stevie Wonder, ¡impresionante! Bata, contrabajo, guitarra, violín y voz.
31 El recital más insólito pero hermoso, por la gente con la que te cruzaste en el escenario o por alguna particularidad del momento.
Una de las ediciones del “Festival de música en el Caribe” en la Isla Margarita, Venezuela. No recuerdo exactamente el año, ’92 o ’93 tal vez. Un sinfín de estrellas de la Salsa y el Latin Jazz mundial, inolvidable. Una mesa donde cenábamos todos, más de cien, yo al lado de la hermosa e inolvidable Celia Cruz contando miles de historias y dándonos su bendición maternal con la alegría y la ternura que la caracterizaba. ¡Qué hermosa! Otro festival – cena inolvidable fue después de un Chateau Rock. Camarines con Sumo, Fito y no me acuerdo quién más. Cena con todos pero al lado de Spinetta bendiciendo la comida como sólo él lo podía hacer, y las posteriores charlas intergalácticas con el tremendo de Mono Fontana. No me importan sus nombres, no los cito por eso, sino porque justamente, detrás de semejantes nombres por su huella y su popularidad se comparten momentos hermosos, inolvidables, llenos de aprendizaje y amor de buena gente, básicamente. Qué afortunado.
32 Una figura de la música, de larga trayectoria, que amás y seguís bancando aunque sus últimos discos no te parezcan tan buenos como los que te hicieron su fan.
Charly García, Ivan Lins.
33 Una figura de la música a la que alguna vez le imitaste la manera de cantar, o de tocar, o de moverse en el escenario y hoy ese recuerdo te causa un poco de gracia, o mucha gracia, o nada de gracia.
En una época me parecía en lo físico a Lerner, de hecho una vez fuimos a tocar a Buenos Aires con una banda y en Aeroparque nos cruzamos y estábamos vestidos casi iguales… Lo que nunca: una camisa floreada y bermuda. Muy gracioso. ¡Todos se me cagaron intensamente de risa! Jaja. Tuve otra época en la que me hacía el Chick Corea del subdesarrollo, jaja. Me gustaban sus jeites, el piano Ep y el pitch… Cosas de pibes… La verdad es que nunca me sentí copiando o imitando conscientemente a nadie.
34 Un músico, música o cantante de quien tenías una imagen que se modificó cuando lo conociste y hoy te parece un groso, o más grosso que cuando no lo conocías.
¡Tengo ejemplos exactamente opuestos! Jaja. Pero lo dejemos ahí.
35 Alguien que siempre admiraste por su música y cuando compartiste una charla y surgió una amistad, tu admiración se multiplicó.
Además de lo que citaba más arriba, Mono Fontana, Quique Sinesi, Negro Aguirre, Hugo Fattorusso, Horacio Burgos y otros seguramente que me quedan en el tintero, junto con los tintos.
36 Una figura de la música, reconocida y admirada por muchos, incluidas tus amistades, a quien aún no le prestaste atención vaya a saber por qué.
Mmm, no sé. Soy bastante nabo en eso. No soy de los que saben a rajatabla quiénes tocan en cada disco ni todo lo de la actualidad. Me pierdo mucha info por eso, pero bue, ya se me va a ocurrir y vuelvo.
37 Un par de artistas con quienes compartiste escenario y el recuerdo de ese momento te pega más fuerte que el de cualquier otro recital.
Además de aquellas anécdotas, son muchos los recuerdos y personajes. Con Osvaldo Fattoruso en el San Martín fue un momento inolvidable que siempre voy a atesorar; algunas zapaditas a bandoneón y melódica con Rubén Juárez tras bambalinas en un bar que supe tener en Alta Córdoba; el show con Arnaldo Antunes y Jenny Náger en la Sala de las Américas; con Julieta Ghibaudo; el trío con Federico Seimandi y Pablo González y el dúo con Juan Carlos Tolosa. Todos ellos son inmensos para mí. ¡Sin dudas la inmunización fue con Pugliese!
38 Alguien con quien aún no compartiste escenario y te pondría muy feliz hacerlo, por simple admiración.
Con una orquestita de cuerdas que estamos tramando. ¡Puedo soñar? Con Hermeto, con Spinetta en otro mundo, con Saluzzi, con el impresionante de Leonardo Amuedo. De por acá: con Cristian Andrada, con Rodri Carazzo y seguro alguien más…
39 Una ciudad, región o país o dos o tres que te gustaría recorrer largamente para empaparte de su música.
Uruguay, Sevilla, Nordeste de Brasil, Latinoamérica toda.
40 Una película o serie que volvés a mirar o recordás por la música, antes que por cualquier otra razón.
El cine me emociona desde lo plástico de sus imágenes. Es muy loco, soy cinéfilo aunque no todo lo que me gustaría, pero me quedo atrapado siempre en las luces, los encuadres, la estética y no necesariamente a como se funde con la música, algo así como la música y la letra de una canción como hablábamos antes. Con el dúo de pianos hicimos un concierto homenaje en el San Martín llamado “Series”, de grandes hitos de la TV, de nuestro agrado y época. Es muy difícil elegir uno.
41 Un lugar preferido o recurrente donde han salido versos o melodías de tus canciones, o formas de encarar una interpretación.
El que sea. De todas formas nunca es el mismo lugar.
42 Un momento del día o de tu actividad más o menos habitual, del que suelen nacer cosas que terminan en una canción o en una interpretación.
Los intersticios entre una actividad y otra… ¡El día que tengamos tiempo y posibilidades de ser sólo músicos no nos para nadie!
43 Una canción o música que por estos días está sonando mucho.
Esta entrevista transcurre en otoño de 2017. Estoy desactualizado, contame.
44 Una canción tuya que salió de un tirón, o una canción ajena que te apropiaste de repente.
El “Huracán de Río Segundo”, un candombe dedicado a mi hermosa Julieta.
45 Una canción que terminó en el último disco a último momento, o de carambola.
Tengo muchos últimos discos, ¡pero ninguno mío! Jaja. En los próximos días después de los shows en Córdoba y Río Cuarto vamos a grabar con el tremendo trío con Fede Seimandi y Pablo González. ¡Después te cuento con cuál hicimos carambola!
46 Alguien vinculado a la música que no te conoce y que sentís un hermano.
Es raro eso para mí. Necesito del cuerpo a cuerpo para sentir una hermandad. ¡No me conoce nadie a quien yo no conozca! Jaja.
47 Alguien vinculado a la música cuya muerte te puso muy triste durante mucho tiempo.
Spinetta sin dudas, el más grande por su humanidad que cada día hace más huella y hace más falta. Titi (Rivarola) sin dudas, nos dejó a todos muy tristes y para siempre extrañaremos tenerlo cerca en cuerpo.
48 Una melodía sublime que se te ocurra en este momento para salvar al mundo.
Las que inventamos con Joaquina todas la tardes al piano. Ella me dice «Pá… ¿piano?» Y allá vamos, me pide que la acompañe en sus invenciones… ¿No es salvador?
49 Una anécdota chiquita con la música que te haya servido para amar la vida.
La vida de los artistas tiene tantas alegrías… Los viajes, la gente que uno conoce y todo en su justo lugar y tiempo es maravilloso. Lo que más celebro es la amistad. Eso me nutre día a día. Todo momento vivido con felicidad y libertad es razón para amar la vida.
50 Un deseo relacionado a la música que aún no nació.
Un deseo a una música que no nació: Le diría que piense bien, que nos van quedando pocos artilugios en el tintero, que el berretismo nos tiene mal, que el tiempo es ya, que se están muriendo muchos referentes históricos y estamos jodidos. Hace falta un retorno a lo orgánico, a lo verdadero de las ideas, a lo humano y a la sinceridad del artista. Le diría que no se olvide que tiene una responsabilidad durísima y hermosa de ser. Le daría lo mejor que tengo si le sirviera y le pediría perdón por parte del legado. Un deseo que aún no nació respecto a la música: que siga inspirando, que el mundo siga, que no tenga fin la libertad y la (insisto) honestidad existencial, que Córdoba acompañe, porque esta ciudad siempre ha sido un géiser artístico desde la autogestión, y eso agota en el cuerpo y mente de alguien que debería estar sólo inspirado en la creación.
51 Una pregunta que no está y te hubiera gustado contestar y podés hacerlo ahora.
Este es mi desquite: Entiendo lo de Redacción 351, pero… ¿Por qué 51 preguntas? ¡¡¡Eso es mucho trabajo para un músico improvisador!!!
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