» Cecilia Mezzadra presenta «Sin prisa» redaccion 351

Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com

Conversación con Natalia

Natalia: Tengo un disco para darte. Te va a gustar. Es de Cecilia Mezzadra.
Fulano: ¡Buenísimo! ¿Cómo hacemos? Estoy justo con el auto en el centro.
Natalia: Lo tengo en casa. Bajo y te lo alcanzo ¿querés?
Fulano: ¡Dale! Si podés llegate a la esquina de Ayacucho y 27.
Al rato
Natalia y Fulano: ¡Hola cabeza!
Natalia: Mirá qué lindo.
Fulano: ¡Qué linda foto! A ver lo pongamos… ¡Che cómo suena!
Natalia: Está re lindo la verdad. El jueves lo presenta en el Real.
Fulano: A ver la zamba del silbador… … … Bueno… …
Natalia: ¿Canta no?
Fulano: Qué maravilla. ¿Podemos hacerle una entrevista?

Conversación con el disco antes de la entrevista

Grabado, mezclado y masterizado en Desdémona Estudios. Primera edición: quinientos ejemplares. Músicos (banda e invitados) que acompañan a Cecilia: Ariel Torres y Marco Cordero en guitarras; Diego Semperena, Fernando Bruno, Martín Gallo y José Gómez en percusión; Emilio Pasquini en Bajo; Mariana Occhiuzzi y Daniela Dalmasso en vientos; Mario Díaz, Juan Iñaki, Suna Rocha, Verónica del Villar y Carlos Mozetic en voces; Matías Martino en piano.

Gráfica impecable. Imagen de Cecilia mirando hacia abajo. Tal vez mirando hacia adentro. Una trencita en el pelo. Una mano en el hombro. Unas ramitas como de lana, creciendo. El disco es un textil que abriga sus canciones.

Día uno en el auto: “La transerrana”. Voz de Cecilia en Cuyo. “Luna de cabotaje”. Voz de Cecilia en el Litoral. “Sencillito y de alpargatas”. Voz de Cecilia en el sur. ¡Omar Moreno Palacios en el disco! Suna Rocha de invitada. Qué inicio. No parece un primer disco.

Día uno en casa: “Sin prisa”. Otra vez “Sin prisa”. El bajo de “Sin prisa”. La letra de “Sin prisa”. Dice, en primera persona, “peregrino de los días…” No le cambió el género. Respetó la letra.

Día dos en el auto: “Rumor de tonadas”. Guitarras como hojas de álamos cayendo en Mendoza. Música y letra de Mario Díaz. Segunda voz de Mario Díaz. Flojito de autores el disco. “Sirviñacu”. Falú y Dávalos. Flojito de autores el disco. “Zamba del silbador”. Leguizamón y Castilla. ¡Flojito de autores el disco! Piano insolente. Estupenda versión. Estarán aplaudiendo desde el cielo.

Día dos en el trabajo: “La mishky mota”. Otra vez para bailarla. Otra vez para atender los arreglos. Otra vez para admirar los arreglos. “A la mañanita y al amanecer”. Vientos sobrevolando. Juan Iñaki sobrevolando. “Hasta otro día”. Carnavalito. Los arreglos… “Dos palomitas”. Yaraví. Intro coral. Voz de Cecilia en el Norte. Orquestación excelente.

“Sin prisa” es un tema de Marco Cordero, el artesano de arreglos. El disco es casi tan suyo como de Cecilia. “Sin prisa” es el disco de una cantante nacida en un pueblo, palabra de sinónimos que saben esperar. ¿Alguien sabe esperar? Parece que Cecilia sí. Había que demorarse en las sobremesas de las reuniones familiares. Había que prestarle atención al padre cuando le enseñaba los acordes básicos de la guitarra. Había que escuchar esa colección de regalo. Pero sobre todo, había que desconfiar del revoleo de ponchos, de las chacareras como pruebas de velocidad. Más tarde, hubo que caminar una ciudad, conocer mucha gente interesante, probar, entender, volver a probar. Aprender a resumir otras miradas y pensar -cómo planteó en un momento de la charla- qué cosas hay en un artista para ofrecer a los demás.

Todo es música. Durante la semana, Cecilia viaja a La Para a dar tres talleres corales, para niños, jóvenes y adultos. Dirige el coro del PUAM (Programa Universitario para Adultos Mayores, de la Universidad Nacional de Córdoba), es coordinadora del coro de cámara de la fundación Takian Cay y tiene a su cargo tres cátedras en el Profesorado de Música del Instituto de Cultura Aborigen. Le encanta la docencia.

Conversación con Cecilia

–Sin prisa, pero ahora a mil.

-A mil sí. Esto de ser solista hace que todo pase por vos. Si bien somos muchos trabajando, entre amigos y familiares.

-¿Dónde hay música en tu familia?

-Mi padre y mis tíos siempre fueron músicos de folclore. Mi abuela materna fue profesora de piano de formación clásica, directora de coro. Mi abuelo era contrabajista.

-¿Había discos para elegir?

-No tantos. Por ahí en un pueblo no llegaban muchos discos. Pero había cassettes de Mercedes Sosa, de Los Chalchaleros, de Eduardo Falú. Desde ahí nace todo.

-Y te viniste a Córdoba.

-Y me vine. Yo tenía claro que quería dedicarme a la música. Ya venía cantando cuando empecé a conocer músicos que tenían una mirada alternativa del folclore.

-El disco tiene obras que habitualmente no encontramos en una primera fila de clásicos. ¿Qué aparece primero en la elección?

-Siempre me atrae la melodía antes que el texto. Es importante la letra por supuesto. Pero hay una primera atención en la música. La elección tiene que ver con ese criterio.

-Hay una madurez en los arreglos que no suele aparecer en un primer disco. El piano de la “Zamba del silbador”, el bajo de “Sin prisa”.

-Tiene mucho que ver con Marco (Cordero). El aportó otra vuelta en la interpretación de los temas que era lo que yo venía buscando. Habíamos compartido otras formaciones. Hay un trabajo por detrás de lo que se está cantando.

-Todo un tema elegir, por ejemplo, una de las tantas joyitas de Leguizamón y Castilla.

-¡Claro! Durante mucho tiempo canté “La pomeña”. Después sentí que estaba demasiado cantada ¿no? Pero no queríamos dejar fuera de la lista una del Cuchi. Y elegimos la “Zamba del silbador”, entre tantas.

-Los músicos invitados parecen tener en común la decencia. No los vamos a ver arengando. Mario Díaz tiene además grandes composiciones.

-Hay muchas obras de Mario Díaz que no se sabe que son suyas. Recuerdo que fuimos con Marco a su casa. Me preguntó qué quería hacer, me abrió una carpeta y me cantó una partecita de cada obra. ¡La verdad es que daba para hacer un disco con todos sus temas! Elegimos una tonada cuyana que grabamos con cuatro guitarras, en la que participó.

-Mario está además vinculado al Pre Cosquín. Ya habías participado antes de ganarlo. Fue un aprendizaje.

-Fuimos tres años seguidos con mi papá. Fue un gran aprendizaje. Vi a muchas solistas muy buenas que me generaron más ganas de estudiar, de aprender. Nos preparamos con Marco para ir a Tanti y ganamos. Mario, que estaba en el jurado, nos contaba que hay tantas chicas que cantan bien, que a veces la elección pasa por el trabajo musical que complementa el trabajo de quien canta. Creo que eligieron la propuesta completa. En la final quedaron entre diez y doce solistas. Conocimos mucha gente.

-En “Sin prisa” decís “peregrino de los días”. No la adaptaste a tu condición de mujer.

-Ese es el criterio. Queremos respetar la letra tal como fue escrita. El autor, Marco, escribió eso para alguien y me gusta respetar ese concepto.

-Omar Moreno Palacios es una sorpresa en el disco. No suelen aparecer obras suyas en un disco de intérpretes jóvenes. ¡Y encima con Suna Rocha!

-Hay una anécdota. Omar estaba en el jurado del pre Cosquín. Pasó que faltó alguien y lo invitaron. En nuestra lista que íbamos a presentar estaba este gato. Cuando llegamos a la final nos dimos cuenta de que el autor estaba en el jurado. Después nos llegó el comentario de que le había gustado mucho pero no tanto la introducción, porque se la habíamos cambiado.

-La cantidad de temas de un disco puede depender de varias circunstancias. ¿Quedó algún tema afuera?

-Entre otras, “Trébol de hiel”, una chamarra que seguramente aparecerá en un próximo disco. La verdad es que después de tanto trabajo, decidimos cerrar el disco con estas once obras. Hay un momento donde sentís que el disco está listo. Que tiene que salir. Hay que liberarlo.

-¿Qué recuerdos quedan de las horas de grabación?

-Queda la maravilla de haber compartido horas y horas con músicos que uno respeta. Es un espacio de juego. Aparecen cosas que no estaban programadas. ¡Una equivocación puede quedar buenísima! Aprendés mucho de los técnicos, de los músicos, de todo el mundo.

-Y ahora el recital. ¿Cómo cerró la fecha?

-Sabíamos del ciclo Disco es Cultura. Llegamos tarde a la convocatoria porque terminamos de grabar en noviembre. Hablamos con Nacho García y con Juan Ramia. Por suerte les encantó el disco. ¡Es la presentación número cincuenta del ciclo! Estoy muy ansiosa.

-Van a estar casi todos los invitados y más.

-Va estar Suna que finalmente puede venir, los chicos de Calle Vapor, Juan Iñaki, Jorge Martínez del MJC Trío, el grupo de danza Hualicho, entre otros.

-¿Hay algo fuera del folclore que te guste cantar?

-La música latinoamericana. Me gusta mucho la música del Brasil, de Colombia, de Venezuela. Pero lo mío es el folclore.

-¿Qué hay después del recital?

-Hay una idea de ir a Buenos Aires. Y de buscar un representante que respete la identidad de lo que estamos haciendo. Empezamos a pensar cosas con Marco para el segundo disco.

-¿Qué te pasa cuando ves hoy el disco?

-Son como fotitos de todos estos años. Definitivamente estoy yo ahí.