Entrevista a Elian, un artista cordobés

“El graffiti es otra forma de encarar la vida”

29-04-2011 / Entrevistas
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Para conocer sobre el grafiti en Córdoba, entrevistamos a uno de los protagonistas: Elian. Reconocido por su trabajo y por ser uno de los precursores en la ciudad, en esta nota nos abre las puertas de su mundo.


“El graffiti es otra forma de encarar la vida”

Por | apereyra@redaccion351.com

Foto: Facundo Martínez | fmartinez@redaccion351.com

Elian es uno de los protagonistas del graffiti en Córdoba. Empezó a pintar en su adolescencia, al conocer la sensación de “pintar en el aire” que produce el aerosol. Manifestó desde sus primeros años una inclinación a la expresión artística, que lo impulsó finalmente al mundo del grafiti. Motivado por los colores llamativos de este arte y por todas los modos de expresión que ofrece, se fue acercando al graffiti y aprendiendo e incorporando sus facetas. “Me gustó que además de ser una bomba a nivel comunicativo, lo era también a nivel ideológico. La carga política, la carga artística, la revolución cultural que tiene el grafiti, toda esta expresión en la calle es lo que hoy más me atrae. Por ahí, cambio mi visión. Antes quería hacer cosas lindas y hoy quiero hacer cosas para ver qué cambio puedo generar. Lo veo como una herramienta”, contó Elian al hablar de sus comienzos.

Elian vive el graffiti desde lo ideológico y político.  Los cambios no los ve desde una sola pintura que él pueda generar, sino que apuesta a lo colectivo, a nivel universal y accesible para todos. Considera que el grafiti puede ser un escape, un cable a tierra del agobio de vivir en las ciudades y centros urbanos.

“Es otra forma de encarar la vida, por ahí es medio utópico pensar que el arte puede cambiar las cosas. Pero si hay un chico que puede dejar la play station o la computadora para pintar, es suficiente”, declaró. Es que él a través de la pintura es feliz, y aseguró que si le pasa a él, a muchos le puede pasar.

Una evolución natural

El graffiti contemporáneo se popularizó como movida cultural en la segunda mitad del siglo pasado. Como toda forma de expresión emergente surgió desde la alteridad de los cánones de expresión. En las últimas décadas se lo incluyó dentro del concepto de “lo alternativo”, valoración que desde los ’90 se ha extendido a casi todas las expresiones distintas a los enfoques institucionalizados.

No obstante, el paso de los años parece haber diluido el carácter alternativo del graffiti al ganar popularidad y aceptación, al punto de ser tomado como recurso en estrategias comunicacionales de marketing y publicidad. En este escenario, una discusión posible podría cuestionar si una movida cultural deja de ser original y cambia su esencia al pasar de un círculo alternativo a escalas masivas.

Elian, como agente activo del graffiti, opinó: “Me parece que la moda es una cuestión accidental. Yo creo que hay cierta tendencia a institucionalizar lo que a la gente le empieza a gustar. Voy  a dar clases este año de Arte Callejero en un Instituto de Diseño, pero el año pasado caí preso por eso. Se vive ese contraste. El skate (deporte alternativo) hace unos años era para drogadictos y el año pasado, para Navidad, todos los padres le compraron un skate a los nenes… Es como que va cambiando. Y es aprender a adaptarse a eso”.

Considera estos procesos como una evolución natural que sucede en todos los rubros. Está lejos del prejuicio a las bandas independientes que ingresan en el círculo comercial. Elian defiende el curso de la obra artística y las ganas del artista de expresarse y llegar a la gente: “Es la evolución de las cosas. Hay que entender al artista.”

Advierte que el arte cuando se fue a la calle, proceso que todavía está sucediendo a pesar de los encajonamientos, dio un quiebre muy grande a nivel histórico. Es por eso que anticipa: “Más adelante para mí esto se va a estudiar. Porque la calle es un medio muy jodido, un soporte pesado. Cuando se vea de lejos se va a pensar: ‘¿Estos estaban pintando todo el día en la calle?’. Pienso que es como una revolución. El cambio lo estamos viviendo ahora, no nos damos cuenta porque estamos en el torbellino, pero se va a notar en un futuro cuando se vea para atrás”.

Córdoba como lienzo

“Me parece que Córdoba es un paraíso, me encanta. Con un grupo de chicos somos de los primeros que pintamos en la calle de forma constante y estamos muy contentos porque el graffiti creció de una forma muy sana: no hay riñas ni el quilombo de las crews que en otros lados es muy marcado, por ejemplo en Buenos Aires. Acá pintamos entre todos murales enormes. Ni yo soy el mejor y ni el que está arriba mío tiene problemas de pintar con el peor. Lo vivimos de otra forma. Disfrutamos mucho el momento”, contó el joven graffitero.

El tener a la ciudad como soporte y usar sus paredes como lienzo en donde pintar es la esencia del graffiti. Darle vida a formas de la imaginación y plasmarlo en un muro como forma de expresión es una cara de la moneda. Otra forma de verlo, es tomarlo como una acción rebelde, en la que hay una suerte de “toma” de los muros. Sin embargo, una no quita la otra porque, al fin y al cabo, lo que se intenta con el graffiti es comunicar.

Al respecto Elian afirma: “La calle como soporte es lo suficientemente contestataria como para que no haga falta decir nada más. Si querés que nos pongamos a hablar de ideología y de política podemos hablar horas, pero no me gusta, tampoco es lo que tiendo a comunicar con la pintura. No quiero poner todo el tiempo lo enojado que estoy con los militares o la angustia que tengo con eso. Prefiero tirar la buena vibra. Yo soy súper optimista, intento tomar las cosas de manera positiva. Ahora estoy trabajando en una serie de pinturas, que dicen: “Abrazame”, “besame”. Para mí está bueno eso: si tenés un medio que le llega a todo el mundo, ¿Querés mostrar muerte o vida?, yo prefiero vida”.

Una mirada personal

A pesar de que a menudo se relaciona al grafiti con la música hip hop por tener un mismo comienzo de influencias recíprocas, Elian se autoproclama como un rockero. Sin relacionarlo con un tipo de música en especial, vive el arte del graffiti desde lo más íntimo de su persona: “El que quiere pintar que pinte lo que quiera, cada uno sabrá la evolución que tiene que dar. El graffiti es algo de tanta autogestión en el que uno sigue una autovía, que hasta un punto es casi anarquista.  No en el sentido de caos, sino en la libertad que implica”.

Es por ello que Elian promueve que todos los que se interesen por conocer esta forma de expresión se animen a hacerlo. A cada persona que lo ve mientras él pinta, la alienta para que pruebe el aerosol, para que conozca y que se enamore como él lo hizo hace varios años. O para que, al menos, sepa que existe. Porque  como dice él: “No hace falta ser bueno, no hace falta saber pintar letras ni ser el mejor del mundo. Va más allá de un punto artístico y de calidad, eso se termina desarrollando. Pasa por el punto de que todo el mundo lo puede hacer.”

En este sentido, agregó: “Estamos en un momento en que todo el mundo se expresa porque medios sobran por todos lados. ¡Y nadie dice nada! “Me fui a comprar la chocolatada al súper”, se lee por Facebook. ¿Y a quién le importa? Las cosas valiosas nadie las dice. Hay mucha falta de comunicación.  Todo lo que se dice está con un mensaje basura. Entre tanta bosta comunicacional se necesita resaltar las cosas buenas. Entonces, me parece que esto es una forma muy sana, que lo puede hacer cualquiera. Es accesible y fiel.”

Y a modo de conclusión, confesó: “Si me tengo que salir de la carcasa de Elian, por ahí pienso en la cantidad de gente que pasa por la pared y ve sólo una pared pintada. En cambio a mí la cantidad de cosas que me genera pintar, es inexplicable. ¿Cómo para mi puede ser tanto y, quizás, al día siguiente lo borran, y al que lo borró no se le mueve un pelo? Es muy raro. A fin de cuentas lo que es un mundo para alguien, para los demás no es nada. Hay mucha subjetividad.  Pero, yo pongo mi corazón y mi alma en esto porque siento que es el camino de mi vida. Aunque no cambie nada, sé que por lo menos lo intenté, que no me voy a quedar con las ganas. Sé que por esto voy a vivir bien. Yo me levanto a la mañana muy tranquilo”.

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