
César León Vargas es un militante inclaudicable de la belleza. Uno de los artistas que vemos andar, muy a menudo, por las calles de Córdoba, buscando versos en los pliegues del día para llevar al papel, a su voz en alto de poeta y narrador.
Cada esquina con historia guarda alguno de sus decires. ¡Cómo olvidar las noches del Caldero de los Cuenteros! Cómo no volver a entonar Los Cuatro Sellos… Cómo no atajarlo en alguna vereda de la General Paz, la 27 de abril o la Deán Funes para sacarnos el sombrero que no tenemos, en ademán de honor a su borsalino compañero…
Un pedazo de nuestra historia se deja contar en sus relatos, en cada uno de los momentos que vuelven a la poesía para enseñar que la vida es eso que se defiende con más vida.
Por estos días, nos preparamos para asistir a un acontecimiento que no se puede entender sino como otro triunfo de la vida: la Sentencia del Juicio por la Megacausa La Perla.
Recorriendo las redes sociales, encontramos y nos permitimos compartir publicaciones que describen estas horas desde la memoria de quienes, como César, sobrevivieron al terrorismo de Estado.
César León Vargas – Martes 23 de agosto de 2016.
Ese muchacho encandilado, porque le acaban de sacar la capucha para tomarle la foto, soy yo llegando detenido/secuestrado al D2 en 1976.
El 25 voy a la Sentencia.
En el banquillo de los acusados hay por lo menos dos individuos que me torturaron personalmente. No voy por revancha ni venganza, he curado de eso mi vida.
Voy a la Sentencia para curar el recuerdo del dolor de todos los que conocí en los Centros Clandestinos de Detención por los que pasé.
Voy a la Sentencia por todas las madres y abuelas que quedaron esperando.
Voy a la Sentencia para confirmar que, aunque trabajosamente, los seres humanos estamos empeñados en construir un mundo con Justicia.